editorial
Irregularidades dentro y fuera de la embajada
Los cónyuges beneficiados tenían permiso de residencia e inmunidad, pero no visa de trabajo, circunstancia que la Embajada de Washington, en un ejemplo de celeridad, pasó por alto para abreviar las contrataciones
Destapada por ABC, el caso de la bolsa de trabajo de la Embajada de Washington, utilizada para colocar en la delegación española a los cónyuges de varios diplomáticos, sigue proporcionando detalles que revelan su carácter irregular. Más allá de la discutible ética pública que proyecta un caso de tan claro nepotismo, los beneficiados por estas prácticas carecían del permiso de trabajo que la Administración de Estados Unidos exige a los ciudadanos extranjeros que aspiran a cualquier puesto de trabajo, un trámite que en el mejor de los casos puede demorarse hasta cuatro meses y que las parejas de los diplomáticos españoles no habían cubierto cuando presentaron su candidatura a las plazas que luego consiguieron. Los cónyuges beneficiados tenían permiso de residencia e inmunidad, pero no visa de trabajo, circunstancia que la Embajada de Washington, en un ejemplo de celeridad, pasó por alto para abreviar las contrataciones.
