Un edén que hay que proteger cada verano
La pertinaz sequía y las altas temperaturas hacen que la prevención de los incendios sea especialmente importante durante estos meses
Quienes ya tengan una edad recordarán los anuncios que se hacían en televisión cada verano para prevenir de los incendios forestales. Unas campañas que, sobre todo, pretendían dejar claro un mensaje: el bosque, el campo, el monte, son patrimonio de cada ciudadanos. Aquella frase de « ... cuando el bosque se quema, algo tuyo se quema» quedó grabada de manera indeleble a toda una generación. Todos los años, pero especialmente en este 2022, es necesario extremar las precauciones para evitar los incendios en nuestros parajes naturales. Y es que en los últimos días se han unido varios condicionantes que hacen a la provincia especialmente vulnerable ante la llegada de un fuego: una pertinaz sequía que ha hecho que el campo esté lleno de vegetación seca que funciona como un combustible natural, unas altísimas temperaturas que hacen más posible que pueda prenderse una llama fortuita y un poderoso levante que podría propagar de manera veloz ese hipotético fuego.
Cierto es, como indican los expertos, que los incendios se apagan en verano, pero que se previenen durante el resto del año. Hay que exigir a las administraciones que durante los meses de invierno y primavera acondicionen los montes y desbrocen los campos para que una chispa fortuita no signifique la ruina para ese gigantesco vergel que es el entorno natural de la provincia de Cádiz.
El incendio declarado ayer mismo en el entorno del Monasterio de la Cartuja muestra hasta qué punto podemos ser vulnerables a unas llamas que se escapan de nuestro control y cómo una vez declarado es tan difícil de controlar. Ha sido el primer gran incendio de la provincia en este verano y, por desgracia, es de prever que no será el último. Es por eso que hay que hacer una llamada también a los ciudadanos a estar extremadamente vigilantes con sus actos cuando acudan al campo a pasar un día. Un descuido, una colilla o un recipiente que se deja en el campo puede ser el origen de una de las tragedias medioambientales a las que no nos terminamos de acostumbrar y que terminan destruyendo ese gran tesoro que tenemos en común.
Ver comentarios