OPINIÓN
Liderazgos mesiánicos
De vez en cuando, nos despertamos con alguna proclama de uno de estos líderes que han surgido en los últimos años, de corte mesiánico
Ocurre con frecuencia en los últimos tiempos. De vez en cuando, nos despertamos con alguna proclama de uno de estos líderes que han surgido en los últimos años, de corte mesiánico. Ustedes saben bien quiénes son, porque los tienen hasta en la sopa.
Un Putin ... autoritario, déspota, nostálgico de la historia rusa más imperialista, imponiéndose y lanzando ultimátums a un Zelenski que no está dispuesto a dar un paso atrás. Un argentino muy cabreado que blande la motosierra para «afinar» la fiscalidad de todo un país. Un salvadoreño metiendo a todo quisque en la cárcel —con razón, la verdad—, acompañando cada una de sus acciones con discursos personalistas y mesiánicos. Todo es muy mesiánico.
¿Saben ustedes la paliza que se da un candidato en Estados Unidos para hacer campaña electoral? Recorren cientos de ciudades sin descanso, pidiendo prácticamente el voto de forma personal en campañas que dejarían agotado a cualquier ser humano normal y actual.
Donald Trump, a sus 78 años, con todo el capital que maneja y la cantidad de dinero que ha ganado, se ha sometido a esa paliza al menos dos veces. Nadie con dos dedos de frente y una mente coherente tiene cuerpo para soportar semejante esfuerzo después de haber sufrido un intento de asesinato. Y más si conocemos, aunque sea por encima, la historia reciente de los Estados Unidos.
Quizás la madurez me ha dado este privilegio: no me fio de los líderes mesiánicos. Porque todo aquel que se deja la vida en algo así puede llevarse a mucha gente por delante.
Sin embargo, lo curioso —y lo que me asombra— es que estamos más pendientes de los aranceles, como si de verdad eso nos afectará directamente, sin percibir el verdadero problema: la deriva populista, cada vez más extrema, que está tomando el mundo occidental. Un mundo que, creo, está cada vez más falto de valores.
Y a ver quién nos saca de este bucle. Una ver.