OPINIÓN
Las coplas
Una vez terminado el concurso de agrupaciones del Gran Teatro Falla comienza el auténtico carnaval
Terminábamos nuestro último cometario deseando un buen carnaval a todos los gaditanos. Hoy, inmersos ya en los primeros días de la cuaresma, toca hacer balance de nuestras particulares fiestas, que culminarán el próximo domingo con la ya tradicional jornada del Carnaval Chiquito.
Cada uno hemos ... vivido estos días según nuestras propias apetencias. Como denominador común, y salvo los primeros días en los que nos azotó la borrasca, el tiempo ha acompañado e incluso estos últimos días han sido casi primaverales. A consecuencia de esto hemos padecido una autentica invasión de foráneos en nuestras calles. Visto lo visto, los aficionados hemos sufrido las inclemencias de tanto visitante. Creo que para ediciones posteriores deben tomarse medidas.
Una vez terminado el concurso de agrupaciones del Gran Teatro Falla comienza el auténtico carnaval. Las calles se inundan de coplas gracias los tablaos donde actúan las agrupaciones oficiales. Aparecen, ya tradicionalmente también, una pléyade de las denominadas ilegales y que, anárquicamente, se distribuyen por todos los rincones del casco antiguo. Como consecuencia de esto toda la ciudad y digo bien toda es ocupada por grupos que de una forma u otra ofrecen sus repertorios. Pues bien, lo normal es que los demás, entiéndase por ello el público que acude a escucharlas, presten atención a lo que cantan. Si hay una agrupación (la que sea) actuando, no se pueden poner al lado charlando y distrayendo la atención de los demás que quieren escuchar. Desgraciadamente, la educación en la calle y, cada vez más, brilla por su ausencia.
Nuestro carnaval, como he oído ya decir a muchos, está muriendo de su propio éxito. Las redes sociales y la difusión que ha adquirido hacen que casi por obligación la ciudad se llene de personas a los que realmente no les gusta, no entienden y no quieren entender la esencia de nuestra fiesta. Vienen a pasar unos días consumiendo alcohol, o lo que sea, y a gamberrear por las calles. No respetan a nada ni a nadie y piensan que con ponerse una peluca, pintarse la cara o disfrazarse con más o menos gracia, ya tienen amortizado su particular carnaval, que ilusos.
La delegación de fiestas, las peñas carnavalescas y las asociaciones se han esforzado por proponer actividades para todos los gustos y honradamente creo que han acertado. Los conciertos para niños y adultos en San Antonio, las batallas de coplas, el carrusel de agrupaciones infantiles, los ya tradicionales carruseles de coros, las cabalgatas y demás actos han ofrecido a propios y extraños la posibilidad de disfrutar de una amplia y variada programación.
A pesar de todo seguimos teniendo carencias. La falta de aparcamientos y la gran afluencia de autobuses han originado un gran problema de tráfico. Para posteriores eventos hay que tener esto en consideración. Tampoco estaría demás, y como han propuesto ya muchos, organizar grandes espacios alejados del casco antiguo, donde esa masa que solo viene al gran botellón se expansione y dejen las calles para lo que realmente es nuestra autentica manifestación cultural, las coplas