Volvamos a las trincheras
El virus, lejos de desaparecer está adoptando nuevas formas
Cuando me siento a escribir estas líneas lo hago bajo un insoportable letargo producido por esta tremenda ola de calor que nos visita de nuevo. Nosotros, por nuestra privilegiada situación geográfica podemos llamarnos afortunados ya que, viendo las notaciones de las temperaturas que se están ... registrando en otras latitudes, lo nuestro es más liviano sin duda.
Estamos soportando situaciones inusuales, hace una semana nos quejábamos, y no sin razón, de temperaturas realmente bajas por el que conocemos en Cádiz como poniente largo y que nos hacía huir de las playas. Ahora, en tan solo unos pocos días, nos visita una levantera que hace temblar cierros y balcones. No sé si será la consecuencia del cambio climático y aunque a lo largo de nuestra vida hemos soportado numerosos temporales, quizás ahora su frecuencia e intensidad son mucho mayores. Espero que, en pocos días amaine y bueno sería que cuando tengan a bien leer este artículo la calima nos haya dado una tregua.
En otro orden de cosas y a consecuencia de mi indefectible vocación de sanitario, no tengo más remedio que abordar de nuevo la situación actual de nuestra pandemia. Si recorremos actualmente las calles, entramos en algún comercio, grandes almacenes o asistimos a algún evento de los que se programan en esta época veraniega, podemos comprobar cómo las medidas higiénico sanitarias y el uso de mascarillas ha disminuido notablemente. Pero si consultamos la prensa o nos fiamos de lo que nos dicen los noticiarios, en esta última semana en Andalucía se han contabilizado 4.761 casos nuevos de COVID (y eso que ahora la contabilidad es mucho menos rigurosa), se mantienen 814 ingresados (86 más) de los que 32 se encuentran en UCI y han fallecido 48 andaluces por esta causa.
Ante estas cifras, debemos mantener muy activa nuestra protección. El virus, lejos de desaparecer está adoptando nuevas formas. Sigue propagándose debido a las nuevas variantes de la cepa Omicron conocidas como BA.4 y sobre todo la BA.5 que por las ultimas noticias va a ser la predominante en muy poco tiempo. Según los expertos, las mutaciones han sido tan significativas que incluso hablan ya de un nuevo virus, el Covid-22, muy diferente al que conocimos en 2019. En general es más contagioso y sus síntomas parecidos aunque más agudos, a los que se les han añadido cuadros de fatiga extrema, fiebre, tos, dolor agudo de garganta o cabeza con episodios de diarrea y desvanecimientos hasta ahora inexistentes.
Como consecuencia de todo esto tanto la Agencia Europea del Medicamento y las autoridades sanitarias están promulgando la segunda dosis de recuerdo (que para nosotros sería la cuarta) y extremar las medidas de protección. Como políticamente y económicamente reconocer esta séptima ola con sus restricciones no interesa electoralmente, nuestros políticos callan y no dan ya aquellos sermones sanitarios que emitían durante los confinamientos. No podemos confiarnos, tenemos que combatir como hacen los soldados ucranianos, a la desesperada. Ante la falta de medios, debemos establecer una guerra de guerrillas y extremar las medidas por nuestra parte. Volvamos a nuestras trincheras, usemos de nuevo las mascarillas todo lo que podamos y aislemos lo más posible al virus.