OPINIÓN
Todos a una
La huida por la nacional IV a través de Despeñaperros o por la Vía de la Plata nos deja el regustillo de volver a conquistar nuestro territorio perdido durante el mes de agosto
Ahora, que llevamos unos días de septiembre, todo poco a poco va volviendo a la normalidad. Desde que las «hordas capitalinas» hicieron sus maletas y fueron abandonando nuestros dominios veraniegos Cádiz, y sus poblaciones vecinas, van retomando su ritmo vital. La huida por la nacional ... IV a través de Despeñaperros o por la Vía de la Plata nos deja el regustillo de volver a conquistar nuestro territorio perdido durante el mes de agosto. Si vamos al mercado podemos comprobar como las acedías (pescado casi desconocido en la capital de reino), el gallo del lunar (tres cuartos de lo mismo) o los mismísimos boquerones han reducido su precio casi en un 30%. Si salimos a pasear por las tardes «a la fresquita» ya podremos encontrar alguna terraza que nos acoja sin el sofoco de la reserva previa y sobre todo sin tener que soportar el asedio de unos vigilantes a tu lado para que pidas la cuenta y dejes la mesa libre, un verdadero agobio.
Ahora, cuando llueva en Madrid, toda España estará al borde de las inundaciones. Cuando haga frío allí, aquí, aunque estemos sudando la gota gorda, tendremos que sacar los edredones y si la DANA que llega afecta a Torrespaña, tenemos que coger el kit de supervivencia porque, según los meteorólogos de la tele, estaremos al borde del tsunami.
¡Pues no! en estas fechas aquí, en Cádiz, y le pese a quien le pese, poco a poco vamos retomando la normalidad. Aunque no crean que esta tranquilidad nos va a durar mucho, ya están amenazando con volver y cuando menos lo esperemos regresaran para Carnavales, preparémonos.
En este tiempo que nos dejan debemos retomar todos los asuntos que tenemos pendientes para mejorar. Ahora que la muralla del paseo del vendaval ha sido compactada y abierta al público, hay que conseguir resanar el resto. Como saben han aparecido grietas en los arcos de Puerta Tierra, es normal, durante más de sesenta años no se han tomado medidas para su conservación y, como es natural, todo envejece por lo que hay que resanarlos urgentemente.
Se ha reabierto, temporalmente el Castillo de San Sebastián y su avanzada. Pudimos visitarla hace unos días y nadie entiende como desde el Bicentenario no se ha consolidado ese espacio con el gran potencial que encierra.
Como comentaba en anteriores columnas, la oferta cultural del verano ha sido, para mi gusto, mejorada y variada. Hay que repensarse algunas cosas pero vamos en el buen camino. Hay que terminar ya de una vez la obra del Teatro del Parque (antiguo Pemán) para que vuelva a funcionar. No podemos pasar un año más sin él, la ciudad necesita que ese espacio tan singular tenga actividad.
Hay muchos proyectos pendientes: Valcárcel, la plaza de Sevilla, la nueva vía de acceso por la carretera industrial, el tan necesario hospital, la integración del puerto y sobre todo retomar concienzudamente el tema de la limpieza de la ciudad. Todos debemos colaborar en la medida que nos corresponda pero estas acciones deben ir encabezadas por la Corporación en pleno. Si durante ocho años la ciudad ha sufrido un parón injustificable, ahora nuestros ediles deben ponerse la pilas y recuperar el tiempo perdido. Pero todos a una.