OPINIÓN
Luego será tarde
Cádiz necesita imperiosamente que en el poco suelo que queda disponible se construyan viviendas a precios asequibles
Llevamos ya catorce sesiones de preliminares del concurso de agrupaciones del Falla. Aunque comprendo que hay muchos gaditanos que aún no se han enterado de nada, somos muchos los que lo seguimos desde el primer día. Sorprende, cada vez más, que el Gran Teatro Falla ... está lleno todos los días y salvo honrosas excepciones la mayoría de los que ocupan sus localidades son foráneos. En los repertorios oídos hasta hoy predominan las quejas de que nuestra ciudad esta invadida por la tan denostada turistificación, que los gaditanos se tienen que marchar de sus casas por la especulación de las viviendas y que los altos precios de los alquileres hacen casi inviable vivir aquí.
Los índices demográficos demuestran que ciertamente la ciudad sigue perdiendo cada vez más habitantes y ya estamos rondando la fatídica cifra de cien mil, por debajo de la cual perderíamos muchos ingresos desde el estado central. Si consultamos las tablas de evolución histórica de población publicadas por el INE podemos comprobar como en el año 2000, solo hace 25 años, nuestra ciudad tenía un censo de 140.061 habitantes y en el último, publicado el pasado año, 111.811 es decir se han perdido 28,250.
La falta de industrias, el envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad poco a poco nos van asfixiando y nuestros jóvenes emigran a otras ciudades para conseguir trabajo. El carnaval, con sus letras de denuncia son un buen termómetro para palpar esta triste realidad. Esperemos que nuestros políticos las asimilen y busquen soluciones.
Cádiz necesita imperiosamente que en el poco suelo que queda disponible se construyan viviendas a precios asequibles. Pero también se requieren inversiones que aporten puestos de trabajo para que los jóvenes no tengan que marcharse. Ahora han comenzado a emerger letras en el concurso criticando la falta de inversiones en cuestión de viviendas en nuestra ciudad y me parece bien. Todos, en la medida que nos corresponda, debemos poner remedio y aportar soluciones, es la hora, luego ya será tarde.