El Día de la Patrona
Los responsables culturales de la ciudad se limitan a cumplir con lo estrictamente necesario, nada más
La casualidad ha querido que después de 18 años coincida la publicación de esta columna de opinión con una de las grandes jornadas de nuestra ciudad, el Día de la Patrona. En aquella ocasión La Parcelita (así se denominaba mi columna en El Mirador de ... LA VOZ de Cádiz) y titulada 'Nardos a la Patrona' comenzaba diciendo 'En nuestra ciudad hay algunos días al año que son solo de los gaditanos y para los gaditanos: el Jueves Santo con la visita al Nazareno, la salida o llegada del Juan Sebastián Elcano, el Corpus y, como no, el día de la Virgen del Rosario'.
Hoy me sigo ratificando en mi apreciación, es más, después de varios años de letargo a causa de la pandemia, disfrutaremos de otro 7 de octubre con su máximo esplendor. Desde hace ya varios días, y como prolegómeno de esta jornada, hemos podido contemplar el ir y venir de largas filas de escolares esgrimiendo orgullosos la vara de nardo que llevaban hasta Santo Domingo para ofrendarlo a la Patrona.
Hoy, el santuario va a ser el centro de atención de los gaditanos y seremos muchos los que, como cada año, acudiremos a visitarla. La calle Plocia, tan de moda últimamente por su transformación hostelera, se va a llenar de todos los que van y vienen en un día tan especial. Superadas las restricciones esta tarde disfrutaremos nuevamente de una procesión cargada de momentos emotivos.
Con nuestra participación habremos contribuido a mantener y transmitir a nuestros hijos y nietos una costumbre que se remonta a muchas generaciones en nuestra ciudad.
Hoy, que la despersonalización de muchos y la desidia de otros pone en tela de juicio el mantenimiento de tantas cosas, es importante reivindicar estas tradiciones que en definitiva son las que nos caracterizan y nos diferencian.
Somos nosotros, los gaditanos de a pié, los que con nuestra participación, debemos conseguir que las nuevas generaciones se vayan impregnando de estas vivencias que también nos transmitieron nuestros mayores. No podemos esperar que nuestros dirigentes políticos colaboren, a la vista está que no hacen nada por ello. Los responsables culturales de la ciudad se limitan a cumplir con lo estrictamente necesario, nada más. No toman la iniciativa en nada que puedan aportar para el engrandecimiento y difusión de nuestras tradiciones, solo apoyan aquello que les pueda dar algún rédito político. En este caso y en la actualidad tratándose de algo religioso mucho menos.
Como en muchas manifestaciones, la iniciativa particular de colectivos ciudadanos, es la que con su esfuerzo y dedicación consigue mantener viva la llama de nuestras tradiciones más populares. Podría poner muchos ejemplos de esto que les digo pero no es el momento. Hoy, y el día lo requiere, debemos participar lo más activamente posible.
Tenemos que acudir a la llamada que cada año hace el reverendo Pascual Saturio a visitar a nuestra Regidora Perpetua y acompañarla en su recuperada procesión de esta tarde. Después de estos dos años largos tenemos que rescatar el máximo esplendor del Día de la Patrona.