EL RECUADRO
Venir para quedarse
Sánchez sí que ha venido para quedarse y todo lo hace con ese fin
La frase, en estas fechas navideñas, puede ser de echarse a temblar: ese pariente lejano que vive fuera y nos anuncia que va a venir a pasar la Nochebuena con nosotros, si lo queremos recibir en casa y tenemos libre el cuarto de invitados, y ... que después se quedará unos días. De horror absoluto. Peor que un cuñado en la cena de Nochebuena. Un suplicio que nos altera todos los planes. Pero no es con esa intención con la que la pongo en el portaobjetos del microscopio de las modas del lenguaje. Sí, el que manejan como nadie los tertulianos y la calle, y se ponen de moda, hasta que acaba admitiéndolas la Real Academia en el DRAE, como está ya 'finde' y 'porfa', anda al caer.
La frase a que me refiero es la que pronuncian los que abusan del «con la que está cayendo» y del «como no puede ser de otra manera»: «Ha venido para quedarse». Se dijo al principio del terrible virus del covid para que nos fuéramos haciendo a la idea de la duración de la pandemia que nos llevó al confinamiento y a buena parte de la ruina de la economía. Pero ya se aplica a todo. Hasta a todo lo que no quisiéramos que se aplicara, lagarto, lagarto. Vayan unos ejemplos, y que conste que, encima que no les tocó la Lotería, no quiero amargarles estos días de tanta alegría obligatoria como la Navidad y sus inmediatas vísperas.
La inflación ha venido para quedarse.
El aumento del precio de la gasolina, y sobre todo del gasoil, ha venido para quedarse.
La subida del gas ha venido para quedarse.
Los problemas energéticos derivados de la guerra de Ucrania han venido para quedarse.
Las suspensiones de pagos han venido para quedarse.
El IPC sufre una subida que ha venido para quedarse.
El cambio climático ha venido para quedarse, como vino para quedarse el calentamiento global.
La subida del euríbor ha venido para quedarse.
El aumento de precios de la cesta de la compra ha venido para quedarse.
Pero siendo todas las enunciadas llegadas y permanencias así como apocalípticas, hay peores entradas y promesas de estancias a largo plazo. Por ejemplo, todas las derivadas del caudillismo del que llaman Su Sanchidad. Porque la derogación del delito de sedición hecho a la medida de los separatistas catalanes del 'procés' que dieron el golpe de Estado ha venido para quedarse. Como la rebaja del Tío Paco de la malversación de fondos ha venido para quedarse. Como la ley del 'sí es sí' ha venido para quedarse. Como la Ley Trans ha venido para quedarse. Diga lo que diga Molina y los frailes de Regina, esto es lo que hay. Y toda la reforma del Código Penal por la puerta de atrás ha venido para quedarse. Porque lo más triste es que Sánchez sí que ha venido para quedarse y todo lo hace con ese fin, «como no puede ser de otra manera». Tal es la tragedia de España, cuyo Espíritu del 78 hay muchos que quieren que no haya venido y que no se quede ni un minuto más, ni lo que falta de aquí a las elecciones.
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