Opinión
La Patrona
«En la próxima semana se celebra la onomástica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro»
Sus pretensiones no eran esa, pero la tentación le pudo. Nunca había ejercido de ladrón, ni si quiera se consideraba un aspirante a pirata del Mare Nostrum. Llegar a ser filibustero no estaba entre sus aspiraciones. Por genética lo de berberisco le quedaba muy lejos. En un arrebato de codicia, en minúsculas, sustrajo el icono de una iglesia ortodoxa. La tablilla representaba a la Madre de Dios de la Pasión. Estaba en una iglesia ortodoxa de la isla de Creta, y este mercader, honrado a carta cabal hasta ese momento, ocultó el icono entre su equipaje. Y partió en una nave hacia el poniente. A los pocos días de zarpar una gran tormenta puso en jaque al navío. Todos los pasajeros se encomendaron al Dios Cristiano. Él sacó la tablilla, y tras encomendarse a la Virgen con el Niño en los brazos, el mar recuperó la calma y el pasaje llegó a puerto seguro».
Durante siglos la tabla icónica ocupó un lugar prominente en el altar mayor de la Iglesia de San Mateo de Roma. Tras la invasión napoleónica en 1798, los agustinos lograron salvarla del expolio y fue llevada a la Capilla de Santa María en Posterula. Desde 1865 ocupa el altar mayor de la Iglesia de san Alfonso María de Liguori de Roma. En 1962 la Carta de Su Santidad Juan XXIII proclamó a la Virgen del Perpetuo Socorro Patrona de los Médicos españoles. El empeño del Dr. Antonio de Sousa Pineda obtuvo su sacramental recompensa.
En estos momentos en los que la crisis de nuestro sistema sanitario, otrora joya de la corona del estado del bienestar, nos está llevando a una pérdida importante de la valía que le era reconocida por la ciudadanía. En estas circunstancias en las que la precariedad laboral y la falta de prestigio social se están cebando con la clase médica, estamos asistiendo a debates que sólo vienen a dañar, más aún si cabe, el elemento fundamental de una buena praxis médica, la relación médico paciente. El Profesor Gregorio Marañón, en su libro 'Vocación y ética y otros ensayos' (1935) afirmaba que la vocación médica es distinta de las demás. «Requiere una atracción intransferible hacia su objeto, espíritu de sacrificio y aptitudes específicas y una estrecha alianza con la investigación científica». La tradición familiar, la influencia paterna, la búsqueda del sentido de la vida, el azar, el prestigio profesional, el altruismo, han sido algunos de los motivos que han llevado a jóvenes a sentirse escogidos para ejercer la profesión más bonita….
En la próxima semana se celebra la onomástica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Que ella guie la vocación y la profesionalidad de todos los que inician la andadura por este maravilloso proyecto vital.
Al margen de modelos de salud basados en ideologías, sin tener nada que ver con sistemas sanitarios de una u otra tendencia, huyendo de estándares que anteponen teorías mercantilista en una profesión que es puro servicio al prójimo, comparto la opinión del doctor Valentín Fuster: «la vocación médica requiere de una motivación tan profunda que sólo es posible de manera individual».
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