Opinión
Hormigas
De la colmena que cohabitaba con el hormiguero, hacía algún tiempo que se habían sumado una inmensa colonia de zánganos y zánganas, que sólo se dedicaban a retozar
Hacía un tiempo que todo se había convertido en un inmenso hormiguero. A pesar de su tamaño tan colosal y de su complejidad, las múltiples especies de hormigas que lo habitaban seguían manteniendo las mismas estructuras sociales. Existían reinas y reyes, su realeza sólo se ... basa en el tipo de alimentación que le habían reportado desde el estado larvario. Los obreros y obreras, se encargan de buscar alimentos y de construir los túneles y galerías. Además, existía una gran soldadesca que tenía como función velar por los intereses de la comunidad, aunque a veces sólo ansiaban el poder, a cualquier precio. De la colmena que cohabitaba con el hormiguero, hacía algún tiempo que se habían sumado una inmensa colonia de zánganos y zánganas, que sólo se dedicaban a retozar a sus anchas, sin importarles el bien de la comunidad. A su vez un grupo de cigarras pretendían deleitar la existencia con dulces cantos de sirena que servían de placidas salmodias que mitigaban las miserias y los dolores de los más afligidos. Dicen incluso que los hormigueros llegaban a conformar estructuras sociales que se comportaban como unos superorganismo, como si lo individual quedará superado por lo social y colectivo.
Los entomólogos más entendidos aseguran que existen más de doce mil especies distintas de hormigas. Las hay rojas, negras y blancas. Cabezudas y de talle fino, algunas son minúsculas y otras son de gran porte, pero todas, cumplen los cánones de todos los insectos, tiene dos antenas y seis patas. Habitan en todos los lugares del Planeta Tierra, a excepción de algunas zonas de la Antártida. Son tan numerosas que a cada ser humano que habita el planeta nos correspondería adoptar como mascotas a unos veinte millones de estos seres invertebrados.
Sólo basta con viajar a cualquier lugar del mundo, por lejos y recóndito que esté, para sentirse como una hormiga al albur de un dictamen turístico.
Sin ir más lejos, muchos días, da igual que sea invierno o verano, que sea día festivo o laborable, que haga un sol de justicia o una mañana gris y húmeda, las Calles Compañía, Sierpes y Larios, las Plazas de las Tendillas, de las Monjas y de la Magdalena, el Albaicín o el barrio de La Almedina son auténticos hormigueros con todos sus avíos.