Opinión

Las fronteras del Risk

Dados, banderas, pendones y turnos se proponían como ese punto de partida donde todo estaba por decidir

Antonio Ares

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Siempre fui más de parchís y de algún que otro juego de cartas, siempre de baraja española. Con las cajas de los Juegos Reunidos Geyper la cosa se complicaba. Pero aquella tarde lluviosa de este marzo ventoso se concitaron novedades de sobremesa y de merienda ... invernal y dulzona. Por arte de magia apareció el Risk, ese juego de mesa de carácter estratégico creado por Albert Lamorisse en los años 50 del siglo pasado. Un simple juego que rememoraba las guerras napoleónicas. Se te ofrecía el mundo a tus pies. Fronteras nítidas y definidas, y toda una ristra de batallones de soldados de distintos colores dispuestos a dar la vida por el ganador. Dados, banderas, pendones y turnos se proponían como ese punto de partida donde todo estaba por decidir. Y de buenas a primeras ese quieto tablero sufrió un extraño seísmo, del que hacía décadas no se tenía conciencia.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación