Siervos de la gleba

Resulta que el aluvión de jóvenes pobres con trabajo, pero necesitados de la «paguita» fue tal que la web donde había que pedirla colapsó apenas unos minutos después de que abriera

Álvaro Holgado

Cádiz

Cantaba Pedro Guerra que «hay mil maneras de derrotar a un hombre». La canción tiene ya unos años, pero fíjate por donde, la primera frase ya tiraba una idea que por mucho que pase el tiempo nunca pasa de moda. «Ponlo de rodillas a un ... hombre en su trabajo», decía. Y luego terminaba resumiendo el asunto: «ese hombre está acabado». En estos tiempos de incertidumbre la escucho mucho, quizás porque es una sensación de época que se repite, la de la desazón y porque esto de contener en uno todas las ilusiones de ser joven y a la vez todas las frustraciones de su tiempo hacen que la sensación de fracaso valga por dos e incluso tres. Tengo un amigo que dice que es como echar diamantes a los cerdos. Toda la belleza de la juventud tirada por el desagüe de los trabajos y los días, que es también una cosa muy antigua, aunque tampoco pase de moda.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación