Contra la paciencia

Cada vez estoy más convencido de que esas expresiones no dejan de ser las consecuencias de una forma de entender la vida, que más allá de ser más pobres que el betún a final de mes, nos asfixia, nos ahoga. Y de esperar, evidentemente, se te cansan las piernas

ÁLVARO HOLGADO

Cádiz

El final del verano, cuando no se es un niño o al menos te recuerdan que ya no lo eres, pasa como pasa el resto del tiempo. No tiene esa épica, ni esa desgracia. Las vacaciones, al menos a mí, desde que no son de ... tres meses, me saben siempre a poco. Todo parece lo mismo y hay que parar porque hay que parar. No como algo lúdico, sino casi prescripción médica. Cuando se termina es algo así como terminar una rehabilitación. Durante las semanas que sean, más que correr tus aventuras y aburrirte como en la infancia, a mí me da tiempo a pensar en que esto de trabajar, es, con respecto a la vida, una estafa.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación