OPINIÓN

¡Teta, teta!

«Se dice que los periódicos tienen que conseguir lectores jóvenes, pero no es fácil»

Alonso de la Torre

Cádiz

Hago muy bien el mono. Imito a los chimpancés con verosimilitud y mis sobrinos se lo pasan pipa. Pero tengo una sobrina que, al ver actuar a su tío mono, se debate entre la fascinación y el terror. Primero, abre los ojos y la boca ... con desmesura y anonadamiento, pero, al instante, entra en pánico y corre en busca de su madre gritando con desesperación: «¡Teta, teta!». Para mi sobrina, la teta materna es su refugio más seguro, el lugar donde se siente a salvo de la asechanza del primate. Su madre lo sabe y tiene siempre dispuesto su pecho protector. La niña mama y el miedo se esfuma. Esta figura recibe el nombre de teta a demanda. Hay un movimiento de jóvenes madres militantes que luchan con denuedo por divulgar la figura del pecho que ampara sin límite, desde el nacimiento hasta cuando quiera la prole.

Artículo solo para registrados

Lee gratis el contenido completo

Regístrate
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación