Tu muerte no fue en vano
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trabajaron a destajo para intentar conseguir parar esa barbarie, pero llegado el plazo, los terroristas cumplieron su amenaza
Todos los que lo vivimos, recordamos donde estábamos hace 25 años. España se quedó paralizada ante el anunció de uno de los chantajes más viles que este país ha sufrido durante toda su democracia. Miguel Ángel Blanco, un chaval de Ermua, un concejal del Partido ... Popular en un pueblo del País Vasco, había sido secuestrado por ETA para realizarle un chantaje al Gobierno. Si no sé cumplía lo que pedían terminarían asesinándolo. Y así fue…
Días después, España se paralizaba, el plazo concedido por esos asesinos iba a cumplir y, evidentemente, no se podía ceder a ese chantaje. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trabajaron a destajo para intentar conseguir parar esa barbarie, pero llegado el plazo, los terroristas cumplieron su amenaza. Una persona que paseaba por el campo encontró a Miguel Ángel agonizando en un descampado, maniatado y con dos tiros en la cabeza desde atrás, porque no nos olvidemos que eran tan valientes que siempre mataban por la espalda.
Sin embargo, en contra de lo que creyeron Otegui, ese que años después fue considerado por algunos como un hombre de paz, y los suyos, los españoles de buena fe estallamos. Este secuestro fue la gota que colmó el vaso de un país que quería vivir en paz, sin miedo a seguir sufriendo atentados y asesinatos. Un secuestro que nos dio la libertad, una muerte que nos dio la vida, un asesinato que nos dio la valentía a todos los españoles de buena voluntad para salir a la calle y gritarle a la cara a una banda de asesinos que no teníamos más miedo, que el tiempo de escondernos había terminado.
Moriste, Miguel Ángel, porque te mataron estos asesinos, pero sigues vivo en el corazón y en la mente de muchos españoles, sin importar la ideología política, el pensamiento ni la edad, porque tu sangre derramada no fue en vano, fue la que nos dio fuerza a muchos a gritar un basta ya en las calles de nuestras ciudades que se escuchó en todos los rincones de España y del mundo entero. Te convertiste en un símbolo, no solo del Partido Popular, sino de todos aquellos que estaban ya hartos de convivir con unos asesinos.
Los españoles perdimos el miedo y cuando eso ocurre no hay pistolas ni bombas que puedan parar a un pueblo. Los asesinos de ETA no supieron calcular el impacto en la sociedad de tu muerte. Estoy seguro que de haberlo sabido no lo habrían hecho porque tu muerte fue el inicio de la muerte de la banda terrorista.
Ganaste, Miguel Ángel, ganaste la batalla que nos dio pie a muchos españoles a ganar la guerra contra ETA.
Hoy en día, cuando personas sin escrúpulos pactan con los herederos políticos de esos asesinos, cuando se deja muchas materias en manos de esos mismos que no condenaron tu asesinato, hay que volver a rescatar el 'espíritu de Ermua', hay que continuar recordándole a muchos jóvenes que otro joven fue asesinado, hace 25 años, solo por pasar diferente a esos asesinos.
Ahora que ETA gobierna infiltrado en las instituciones democráticas de este país, y otros que la blanquean trayendo a dar conferencias a quienes son sus voceros, hay que recordar que tu muerte no fue en vano Me niego a pensar que este país no recuerde lo que pasó hace solo 25 años, porque eso sí es memoria histórica reciente de un país que se harto y se unió para gritarle a los asesino «BASTA YA».
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