opinión
La justicia, ésa gran olvidada
«Un edificio con problemas estructurales, donde se amontonan expedientes y más expedientes en oficinas que no son las más idóneas para trabajar»
Mientras que nuestros políticos se entretienen en legislar hasta sobre el sexo de los ángeles, los profesionales del Derecho nos enfrentamos día tras día a instalaciones precarias que no cumplen los más mínimos requisitos de habitabilidad. Las infraestructuras de muchos de nuestros Juzgados son tercermundistas, ... no son propias para una misión tan importante en una sociedad democrática como la que tenemos actualmente para impartir Justicia ni para que se pueda trabajar en los mismos. Y los juzgados de San José no iban a ser diferentes.
Un edificio con problemas estructurales, donde se amontonan expedientes y más expedientes en oficinas que no son las más idóneas para trabajar. Unas instalaciones que ya hace meses tuvieron que cerrar el juzgado de guardia porque eso era un cuchitril donde no se podía tomar ni una declaración con la mínima intimidad para la víctima o para el investigado. Donde el olor a pescado y a otros productos de la plaza con la que comparten edificio muchas veces hacía imposible mantener las ventanas abiertas, con lo que ello acarrea en unos veranos cada vez más cálidos.
Los juzgados no han aguantado más y desde el viernes de la semana pasada están clausurados, una decisión tomada a toda prisa por el riesgo que pueden conllevar unos posibles daños estructurales del edificio, pero que se ha decretado sin saber los profesionales qué va a ocurrir a partir de ahora con los juicios señalados en dichos juzgados, o a dónde ir para preguntar acerca de los expedientes que se están tramitando.
Si ya de por sí la Justicia es lenta, no quiero pensar qué va a ocurrir a partir de ahora con la que se tenga que impartir en Cádiz. Si en la actualidad se estaban dando fechas de juicio para mediados del 2023, este retraso en las instrucciones, por hablar de los penales, va a llevar a que los juicios se retrasen aún más. A partir de ahora, tanto para los profesionales como para los ciudadanos, se va a volver un caos el saber dónde dirigirse para realizar alguna gestión judicial.
La realidad es que el Derecho es el gran olvidado de nuestro sistema democrático. Mientras se gastan millones y millones en campañas de igualdad, de sexualidad o de las nuevas pamplinas que se le ocurren a este gobierno, los tribunales se nos caen a pedazos, no se cuidan las instalaciones, no se invierte en materiales y, en muchas ocasiones, los profesionales tenemos que poner los folios de nuestros despachos para hacer las fotocopias de los expedientes porque ni para eso hay. Mientras que en los estadios de fútbol se obliga a que haya desfibriladores, en los juzgados no hay ni uno, con el resultado nefasto que puede ocurrir, como pasó la semana pasada en uno de los juzgados de Cádiz.
Ahora se gastarán un dinero brutal en alquileres de locales o de oficinas para poder trasladar esos juzgados en lugar de haber invertido ese dinero, o incluso menos, en arreglar el edificio en su momento o en buscar una solución a lo que, desde los colegios profesionales y Decanato se sabía que tarde o temprano iba a ocurrir. Porque esto, los que pisamos la sede judicial de San José sabíamos que iba a ocurrir tarde o temprano.
Como se suele decir, algunos prefieren invertir dinero en las cárceles, en las que pueden terminar sus pasos, que en tribunales y juzgados, que son los que los pueden terminar mandando a esa cárcel.