EDITORIAL ABC
La ventaja de prorrogar las cuentas
El rechazo de las Cortes a los Presupuestos Generales del Estado que presentó el Gobierno de Sánchez no solo evitó la fuerte subida de impuestos que pretendía el PSOE, para alivio de empresas y familias, sino que también permitirá contener el déficit público en pleno año electoral. La celebración de elecciones siempre tiene un coste para el bolsillo del contribuyente, pero la factura más importante no estriba tanto en la organización de los comicios como en el habitual despilfarro de dinero que protagonizan los partidos que están al frente de las Administraciones Públicas para tratar de comprar votos. Los ejercicios electorales como el actual, donde coinciden generales, autonómicas, municipales y europeas, son especialmente propicios para el incumplimiento de los objetivos de déficit. Sin embargo, la ventaja este año es que la prórroga presupuestaria actuará a modo de corsé, reduciendo así el desvío que se produciría en caso de que Sánchez hubiera aprobado sus cuentas. A pesar del irresponsable aumento del gasto que ha protagonizado el Gobierno en las últimas semanas por la vía del decretazo, la Administración Central cerrará 2019 con un déficit 792 millones de euros inferior al que proyectaban los Presupuestos del PSOE, según las estimaciones de la Autoridad Fiscal.
Y algo similar sucede a nivel autonómico, ya que la falta de nuevas cuentas en siete regiones contribuirá a aproximarse al objetivo marcado del 0,1%, a diferencia de lo acontecido en pasadas citas electorales, donde numerosas comunidades autónomas rebasaron los límites acordados por cuestiones electoralistas. Pese a todo, las prórrogas no hacen milagros y España superará en cerca de 10.000 millones el déficit inicial previsto del 1,3% del PIB. Urge aplicar con firmeza la Ley de Estabilidad para que no se produzcan estos desvíos a cargo del contribuyente.