EDITORIAL ABC

Venezuela clama por la libertad

Ahora, en Venezuela, más que luchar por la recuperación de la democracia, se lucha por evitar una guerra civil

ABC

La oposición democrática al Gobierno de Nicolás Maduro ha convocado para hoy una consulta popular que permitirá que los venezolanos se pronuncien sobre el proyecto golpista de Asamblea Constituyente, con la que el líder chavista quiere suprimir el Parlamento elegido democráticamente. Además, los venezolanos podrán también dar su opinión sobre el papel del Ejército y la necesidad de celebrar elecciones libres. En definitiva, es una respuesta de los partidos de la oposición a la deriva totalitaria del Gobierno de Maduro, que reacciona como un dictador acosado por las demandas de libertad de su pueblo. Ahora, en Venezuela, más que luchar por la recuperación de la democracia, se lucha por evitar una guerra civil, a la que se llegará si Maduro persiste en su intento de anular al Parlamento y silenciar a la mayoría de ciudadanos que quieren poner fin al caos que se vive en el país. Maduro intentó desactivar la movilización de los opositores obligando a su líder, Leopoldo López, a cambiar «cárcel por casa», aparentando un gesto de buena voluntad, que no es más que un paso táctico en su escalada totalitaria, aunque represente un merecido alivio en la injusta situación de López.

Aún quedan, sin embargo, cientos de presos políticos en las cárceles venezolanas, muchos de ellos en los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia, el Sebin, ejecutor de una auténtica «guerra sucia» contra los dirigentes más activos de la oposición. En Venezuela, el Estado de Derecho ha desaparecido. Los presos permanecen en celdas policiales pese a no tener cargos, como el español Yon Goicoechea; otros son remitidos a la justicia militar como si fueran terroristas o traidores. La fiscal general del país, la chavista Luisa Ortega, es acosada por los jueces gubernamentales del Supremo, que quieren su enjuiciamiento por haberse opuesto a la Asamblea Constituyente. Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos, Aministía Internacional y otras entidades de defensa de los derechos humanos no cesan de denunciar al Gobierno de Caracas por la represión constante sobre los ciudadanos.

La oposición quiere, con la consulta que hoy se celebra, mantener la iniciativa, sumando a las protestas en la calle un acto democrático para conocer la opinión silenciada de los venezolanos. Sólo en España hay 300.000 ciudadanos de Venezuela que también podrán votar hoy. Sin embargo, la resistencia democrática de los venezolanos debe estar acompañada por el apoyo explícito de la comunidad internacional. España tiene un papel muy importante que asumir en el liderazgo europeo de la denuncia contra el régimen chavista. El diálogo con Caracas, aunque consiga resultados muy ocasionales, es una baza para el dictador chavista, porque le permite maquillar el rostro tiránico de su gobierno. Venezuela pide ayuda y hay que dársela.

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