Editorial ABC
La única opción contra Sánchez
Pablo Casado avanzó ayer en el Foro ABC lo que denominó una «auténtica revolución» fiscal si accede a la presidencia del Gobierno
El presidente del PP, Pablo Casado, avanzó ayer en el Foro ABC lo que denominó una «auténtica revolución» fiscal si accede a la presidencia del Gobierno. Casado fue prolífico en la exposición de datos económicos al anunciar que las medidas que el PP aplicaría supondrían una rebaja fiscal calculada en 16.100 millones de euros, una previsión de aumento del PIB de 21.000 millones más y la creación de 360.000 empleos adicionales. Por eso Casado lamentó que la precampaña electoral se haya centrado en debates como la exhumación de los restos de Franco, y no en la discusión de iniciativas contra el estancamiento económico que ya sufre España, agravado por el irresponsable gasto público que anuncia Pedro Sánchez. En este sentido, Casado adelantó que no pactará con Sánchez y alertó del doble lenguaje de Ciudadanos, poniendo en duda la veracidad del veto que Albert Rivera ha impuesto a Sánchez. Para el líder del PP esa posible coalición postelectoral es tan evidente que se mostró tajante al afirmar que si PSOE y Ciudadanos suman, pactarán. Más aún, Casado se reivindicó como la única alternativa real de gobierno frente a Pedro Sánchez, que ayer anunció su disposición a indultar a los líderes golpistas de Cataluña si son condenados por el Tribunal Supremo. Por eso, y a veinticuatro horas del arranque oficial de la campaña electoral, Pablo Casado marcó distancias evidentes con Ciudadanos por su poca fiabilidad, y también con Vox, a cuyos votantes apeló para recuperar el voto huido del PP en los últimos años. «No hay ni un solo motivo por el que un votante de Vox no pueda votar al PP», sostuvo Casado con contundencia, recordando con acierto que si ha habido en nuestro país un partido garante de la unidad de España, que se haya sacrificado en la lucha contra el terrorismo y que haya plantado cara al separatismo catalán impulsando al Estado a actuar contra una rebelión, ese es el Partido Popular.
A Casado no se le presenta una campaña fácil. Por desprestigiado que esté el CIS, y por poca confianza que puedan ofrecer los sondeos, dada la enorme volatilidad del voto y la indefinición de uno de cada tres votantes, hay unanimidad en que Sánchez ganará los comicios. Su gran reto será superar la fragmentación del electorado de centro-derecha en tres partidos, de modo que muchos sufragios no se traducirán en escaños. Ayer Casado no apeló directamente al voto útil para evitar que Sánchez gobierne, y recordó a Vox o a Ciudadanos cómo ningún partido puede dar lecciones de principios y valores al PP. Sin embargo, para la derecha electoral esta campaña solo puede girar en torno a una idea: cuanto más se divida el voto en las urnas, más fácil lo tendrá Sánchez. Una hipotética repetición de elecciones sería demoledora para España.