Editorial ABC
Todo es negociable en el mercado persa de Sánchez
Todo es negociable, la salud pública, el PIB o, si se tercia, hasta la organización del Estado que consagra la Constitución

De un día para otro desaparece el impuesto al diésel del plan presupuestario del Gobierno, que utilizó esta tasa como mero comodín para jugar con Ciudadanos y el PNV, y en solo tres días la estrategia de contención de la pandemia anunciada por Sánchez desde La Moncloa se convierte en un esquema variable: el toque de queda pasa a ser discrecional, la duración del estado de alarma se queda de momento en cuatro meses y el presidente del Gobierno, que rechazó cualquier control legislativo sobre esta medida de excepción, se muestra ahora dispuesto a comparecer en el Congreso de forma periódica. La oferta y la demanda del mercado persa que el Ejecutivo ha montado con sus socios de legislatura se imponen al criterio de los «expertos» -ya sean sanitarios o económicos- que supuestamente avalan sus proyectos para combatir la pandemia y sus consecuencias. Todo es negociable, la salud pública, el PIB o, si se tercia, hasta la organización del Estado que consagra la Constitución, en almoneda en esa «mesa bilateral» de quita y pon con los separatistas catalanes.