EDITORIAL
El PSC se suma al separatismo en su golpismo lingüístico
La complicidad y sumisión del socialismo catalán, y por extensión de todo el PSOE, al independentismo era previsible
No puede decirse que sea una sorpresa que el PSC se haya unido en el Parlamento catalán a ERC y a Junts para suscribir una proposición de ley que erradica el español como ‘lengua de aprendizaje’ en las aulas. La complicidad y sumisión del socialismo catalán, y por extensión de todo el PSOE, al independentismo era previsible. Ya meses atrás el Gobierno renunció a considerar el castellano como lengua vehicular, y ahora, con tal de no dar cumplimiento a la sentencia del Tribunal Superior que exige garantizar un mínimo del 25 por ciento de enseñanza en español, se somete al separatismo con idéntico ánimo de desobediencia. Querer anular el fallo judicial improvisando leyes abordadas con trámite de urgencia y con lectura única, es decir, sin debate de ningún tipo, es asestar otro golpe a la letra y el espíritu de la Constitución. No son las dos almas del PSC -la soberanista y la que finge ser constitucionalista- las que pugnan. Directamente, el PSC es uno más sentado a la mesa de este golpismo lingüístico.