Horizonte
Traspasar líneas rojas
Sánchez está limpiando su perfidia con el buen nombre de la Guardia Civil

La degradación infinita a la que está llevando este Gobierno a nuestra democracia provoca que estemos tan desconcertados que no nos demos cuenta del traspaso de líneas rojas que se produce a diario. Y no lo vemos porque el sanchismo-leninismo del que gusta hablar ... Javier González Ferrari hace que nos parezcan normales cosas que hubieran supuesto un escándalo inmenso de haber ocurrido en otro tiempo. El nombramiento del íntimo amigo del presidente del Gobierno al frente de una dirección general creada ex profeso para él -que ayer contó ABC en exclusiva- hubiera abierto informativos de TVE en otro tiempo y con un Gobierno de otro signo. Ni mención en el telediario de ayer.
El miércoles Sánchez acusó en el Congreso a la Guardia Civil de formar parte de la llamada «policía patriótica» que supuestamente existía en tiempos de Jorge Fernández al frente del Ministerio de Interior. ¿Y ha tardado dos años en enterarse de esa conexión? Sería gravísimo que lo que dice fuese cierto, pero más aún que no se hubiera enterado hasta ahora. La realidad tiene toda la pinta de ser otra: Sánchez está limpiando su perfidia con el buen nombre de la Guardia Civil.
El Sánchez acorralado da vivas al 8-M sin reconocer que está ensalzando la causa de la muerte de miles de españoles. Las familias de esos muertos harían bien en tomar nota de lo que le importan sus deudos al presidente que ha hecho la peor gestión del coronavirus del mundo. Tanto como se denuncia la lamentable gestión del presidente de Brasil, la realidad es que el número de muertos allí es de 154 por millón de habitantes, mientras que en España es de 577 según la estadística oficial de muertos y de 914 según las cifras reales de víctimas. Pero este Gobierno juega cada día con los muertos no siendo capaz de dar cifras reales ni coherentes. Lo que ha llevado, como es lógico, a que medios de referencia para el propio Gobierno como el «Financial Times» pongan en duda sus cifras.
Las pruebas de que el Gobierno mantuvo la manifestación del 8-M conociendo la gravedad de la amenaza son incontestables. Y, lo que es peor, para justificar la manifestación, permitió el congreso de Vox en Vistalegre y el partido del Atlético de Madrid. De todo ello tiene una responsabilidad directa y todo fue el 8-M. No sólo la manifestación feminista. No se pongan tan estupendos diciendo que se está atacando el feminismo. No, se está denunciando todo lo que el delegado del Gobierno permitió hacer ese día cuando ya sabían lo que se nos venía encima, como ha revelado ABC con la grabación a la ministra Irene Montero.
Es enternecedor que «El País» titulara ayer en portada que «La Guardia Civil usa ahora un off the record de Irene Montero sobre el 8-M». Falso. Los periodistas sabemos perfectamente que un off the record es una declaración que te hace alguien con el compromiso de que no lo vas a utilizar. ABC publicó una grabación que Irene Montero no hizo a este periódico. Me gustaría saber qué medio del mundo o qué Policía del planeta no utilizaría una conversación en la que se escucha a una persona confesar a un tercero un delito.
Este Gobierno ha cruzado todas las líneas rojas. Y la más preocupante es que tiene en su objetivo la Monarquía que nos trajo la democracia y la Constitución. La tiene porque quiere acabar con las tres. Las evidencias son abrumadoras, pero preferimos no darnos por enterados. Ciudadanos opta por mantener su apoyo a nuevas prórrogas del estado de alarma porque le ha permitido volver a salir en la foto y Vox y PP siguen luchando por separado sin reconocer que nunca ganarán al Gobierno más incompetente de la Historia de España si siguen divididos. No paramos de mejorar.
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