Horizonte
Éxitos y fracasos en tiempos de pandemia
No es verdad que la crisis nos pillara a todos por igual. La incompetencia implicará depresión, deuda y desempleo

Cada vez que en un medio de comunicación alguien habla del campo de concentración polaco de Auschwitz la Embajada polaca protesta con toda la razón. El campo estaba en Polonia, pero era un campo alemán, más en concreto nazi, jamás un campo polaco. Acabo de ... leer un detallado informe privado sobre la reacción a la pandemia del coronavirus en todo el mundo. Y lo de Auschwitz me ha venido a la cabeza con el caso de Japón, uno de los mayores éxitos de esta crisis a pesar de haber tenido que aplazar los Juegos de la XXXII Olimpiada. Los medios de todo el mundo estuvieron presentando como muertos japoneses las víctimas que estaban a bordo del crucero «Diamond Princess». Ni uno lo era ni se había contagiado en aquel imperio. La realidad es que mientras en España tenemos 540 muertos por millón de habitantes, en Italia 478, en Estados Unidos 207, en Japón tienen… ¡4! Sí, cuatro. Y Japón es uno de los países con más población anciana del mundo, lo que en términos de coronavirus es una bomba biológica. Pero también es uno de los que tiene unos usos de higiene más extremos del mundo. El grado de reclusión ha sido escaso y los hospitales estuvieron adecuadamente provistos desde el primer momento.
Son conocidos otros casos de reacción rápida de gobiernos y éxito indiscutible contra la pandemia como Corea del Sur, Taiwán o Hong Kong, uno de los territorios más densamente poblados del mundo. Pero tenemos otros ejemplos mucho más cercanos. El más notable es Marruecos, un país que tiene un millón de expatriados en España y medio millón en Italia, los dos países más azotados del mundo. Pero con sólo siete contagiados y un muerto se cerraron las fronteras. Hoy tienen 5 muertos, ¡cinco! por millón de habitantes. Y el reino tienen cifras de producción espectaculares. Marruecos está produciendo siete millones de mascarillas diarias subsidiadas por el Gobierno a 60 céntimos de euro cada una, lo que dificulta bastante la corrupción. Ayer me dijeron en una farmacia madrileña que para la próxima semana temen no tener mascarillas, pero quizá para entonces ya haya guantes.
Y otros dos casos de éxito, más conocidos, son los de Portugal y Grecia. Y estos son muy relevantes para España porque explican muy bien la ruina económica a la que nos va a llevar este Gobierno. El FMI predice una recuperación en forma de «V» para Grecia y también, aunque no tan pronunciada, para Portugal, porque el éxito en la gestión de la pandemia les va a permitir ser destinos turísticos este mismo año. Algo que no podremos ser en Italia y en España. Hasta el punto de que el director de la Agencia Catalana de Turismo, David Font, dice que su apuesta va a ser el «turismo nacional». Pero no se equivoquen, para este independentista catalán, en estos casos «nacional» quiere decir español. Sólo en estos. Esta crisis va a representar para muchos países un salto atrás de 15 o 20 años. No es verdad que la crisis nos pillara a todos por igual. Hay pruebas incontestables de que la incompetencia implicará depresión económica, deuda y desempleo. Y para gestionar eso, hemos nombrado vicepresidente de la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica al secretario general del PCE, Enrique Santiago. Él fue la mano derecha del guerrillero Iván Márquez en el falso acuerdo de paz de la FARC con el Gobierno de Juan Manuel Santos. Márquez ha vuelto a las armas y hoy es un narcotraficante de éxito. Hay fórmulas rápidas de recuperar tu economía.
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