Oportunidad para valientes

Permítame el lector que insista. Hoy más que nunca hay que pedirles a Mariano Rajoy, Pedro Sánchez y Albert Rivera que traten por todos los medios de formar un gobierno de gran coalición. Que se traguen el rencor, que siempre es nocivo –hasta para la salud– y que se pongan manos a la obra para sacar adelante a España. El viejo Lord Temple ya dejó escrito que en política no hay amigos eternos ni enemigos permanentes. Tras la primera entrega del culebrón de Podemos, tal vez sea bueno recordarles a los tres la cita de John Adams que Mitt Romney utilizó el jueves para espantar el populismo de Trump: «Recuerden, la democracia nunca dura mucho. Pronto se gasta, se agota, y se asesina a sí misma. Nunca hubo todavía una democracia que no cometiera suicidio». Nos jugamos demasiadas cosas. También Sánchez y Rivera. ¿No dicen que hay que hacer política de otra manera? Pues ahí tienen la oportunidad, pero no traten de convertirla en una ventaja. Entrar en el futuro sabiendo aprovechar esta coyuntura es una cuestión de valentía. El roce hace el cariño.