A menos impuestos, menos economía sumergida

Planteada por el separatismo catalán como un atajo con el que salvar los muebles de su renqueante economía regional y bendecida por el PSOE, la denominada «armonización fiscal» con que el Gobierno pretende someter a la Comunidad de Madrid solo puede sostenerse sobre la base de las consignas y el ajuste de cuentas políticas. Además de desincentivar la inversión y reducir el líquido disponible para dinamizar el consumo y así generar empleo y riqueza, subir los impuestos lleva aparejado en España un crecimiento de la economía sumergida. Madrid es la región con menos actividad no declarada, resultado de una política fiscal que favorece el afloramiento de negocios que en otras circunstancias permanecerían ocultos al fisco y de espaldas a una tributación que repercute en el bienestar de todos los ciudadanos. Nadie gana -salvo el PSOE, interesado exclusivamente en contar votos y apoyos parlamentarios- con una armonización que no solo castiga a Madrid, sino al conjunto de la nación.