Testimonios del coronavirus
Carta de una familia contagiada de coronavirus: «Ha sido una experiencia muy dura, pero de la que vamos a salir victoriosos»
«No paraba de llorar: mi padre ingresado, mi madre en cama, no me podía acercar a mis tres hijos ni a mi marido»
Nos vendieron que este virus era como una gripe y yo me lo creí, así que no tuve demasiado miedo de contagiarme . Trabajo en unos grandes almacenes en los que por imagen no podíamos usar ni mascarillas ni guantes. El 12 de marzo acabé mi jornada laboral sabiendo que el lunes ya no me reincorporaría porque cerraban.
En ese momento hacía dos días que tenía tos, malestar y dolor muscular pero no fiebre , asi que pensé que sería un catarro normal. ¿Cómo voy a coger yo el Covid-19? Pero empecé a tener unas décimas de fiebre y me empecé a asustar. Cuando llegué a mi casa se lo comenté a mi marido y él también le quitó hierro al asunto.
Pasé a casa de mis padres , que viven al lado, puerta con puerta, y les dije lo que me ocurría y que por precaución ya no iría a verles salvo que fuese muy importante. Me metí en la cama y tardé cuatro días en salir de lo mal que me encontraba , pues un gran cansancio inundaba mi cuerpo y no podía hacer nada, tenía tos, dificultad al respirar, dolores, diarrea, falta de olfato y gusto.
Me levanté porque mis padres estaban también en la cama con los mismos síntomas , y ya empecé a llamar a todos los teléfonos que me decían durante tres días sin poder contactar con nadie, hasta que nos pusimos en contacto con el centro de salud y desde allí nos dieron seguimiento diario a través del teléfono .
Mi padre, de 73 años y con un bypass, fue empeorando y tuvimos que ser muy pesados hasta que lo vino a recoger una ambulancia a los cuatro días del seguimiento. Ya estaba muy malito, mi madre y yo parecía que nos íbamos encontrando mejor.
Lo peor fue tener que despedirnos y verlo marchar solo , tan malo y tan triste, a la ambulancia, sin saber si lo volveríamos a ver. Fue muy duro, muy duro, la tristeza te invade. Lo ingresaron con neumonía y no pudimos hablar con él en seis días.
Los médicos nos informaban a diario sobre su salud y, aunque le costó bastante, fue mejorando poco a poco . Mientras tanto yo sufrí una recaída y volví a la cama una semana más. No paraba de llorar: mi padre ingresado, mi madre en cama, no me podía acercar a mis tres hijos ni a mi marido, que me hablaban por Whatsapp para darme ánimos y me dejaban la comida en la puerta de mi habitación.
Poco a poco también fuimos mejorando. Mi padre regresó a casa tras 15 días ingresado, le ha costado mucho, mucho recuperarse, perdió más de diez kilos y no podía ni hablar prácticamente. Mi madre se recuperó bastante bien y creo que lo peor ya lo hemos pasado , pero siempre seguirá en nuestra mente. Ha sido una experiencia muy dura, pero de la que vamos a salir victoriosos .
* Marta Millán Cambra vive en Zaragoza.
Si tú también quieres compartir tu testimonio sobre cómo estás viviendo la situación provocada por el coronavirus puedes hacerlo escribiendo a testimonioscoronavirus@abc.es
Debes indicarnos tu nombre completo, DNI y lugar de residencia. Seleccionaremos las historias más representativas para publicarlas en ABC.es
Noticias relacionadas
- Carta de un multado por saltarse el confinamiento: «Me pregunto si ir a comprobar mi local, mi única fuente de ingresos, no es tan importante como pasear al perro»
- Carta de una monja de clausura: «Esta temporada se ha vuelto cruda, sangrante, también para nosotras, porque la humanidad entera está en ascuas»