María Jesús Pérez - CON PERMISO
España vuelve a ser el problema para Bruselas
La historia se repite. La farsa ya la vivimos. Ahora toca la tragedia. Es la España de... ZP
No hay peor ciego que el que no quiere ver. Casi un refrán popular que podría funcionar a favor, pero que en la mayoría de las ocasiones rema en contra en cualquier situación. Algo que, por cierto, tiende a hacerse nefastamente viral en aquellas personas ... inyectadas de un narcisismo extremo. Pero es más, si un narcisista de cuna se siente avalado y aupado por otro anterior similar que tiende encima al mesianismo más radical con los años, tenemos como resultado un cóctel explosivo de caracteres que complica y cronifica cualquier realidad que gestionen uno y otro aunque aparentemente no coincidan en el tiempo. Adoración por el predecesor lo llaman. Realidad paralela que solo ven ellos... Y en esas estaban por cierto en Grecia en la época de la pareja política del momento: Tsipras y Varoufakis, y en esas estaba España no hace tanto con nuestro particular tándem romántico al frente: Sánchez-Iglesias gestionando una crisis que empezó siendo sanitaria y ha ido derivando en una inflacionista y de deuda brutal que no reconocen en el seno del Ejecutivo actual.
Y es que España para muchos no es que huela ya similar a la Grecia de entonces -la rescatada, la que tuvo que hacer mil y un ajustes que dejó a una inmensa mayoría de sus ciudadanos rayando la pobreza-, es más bien tufillo 'made in Zapatero'. Estamos ante un claro ejemplo derivado de la técnica del expresidente 'sociolisto': crear un problema tan grande que tenga que intervenir Europa. Y luego reclamar autonomía en la gestión señalando, por ejemplo, a la excepción ibérica. Socializan el problema y monopolizan la solución. El problema es que a ZP ya le intervinieron de facto y ahora camino van con Sánchez. Al tiempo. Entonces lo peor de todo no fue el paquete obligado de medidas -pensiones congeladas, reducción de sueldos de funcionarios, tajo de más de 6.000 millones en inversión pública…- para evitar que España se convirtiera en una Grecia más y evitar la suspensión inmediata de pagos. Lo peor fue que llegó muy, muy, tarde, lo que derivó en una falta absoluta de credibilidad de aquel Gobierno. La peor crisis de nuestra historia que nos convirtió, junto a Portugal, Italia y Grecia -los PIGS, ¿se acuerdan?- en el gran problema de la UE al poner en jaque todo el proyecto europeo.
Hoy, estamos ahí, ahí. Y si no ¿a cuento de qué el BCE convoca reunión de urgencia para decidir algo nada nuevo con respecto a lo comunicado la semana pasada para proteger a esos mismos «cerditos»? Pues... que la prima se nos va de madre. La de riesgo, digo, pero con una situación peor: la deuda pública, cerca del 120%; y el déficit, camino del 5%. Para colmo, la Fed le da la puntilla a las cuentas públicas con la mayor subida de tipos desde 1994. La historia se repite. La farsa ya la vivimos. Ahora toca la tragedia. Es la España de ZP.
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