Editorial ABC
Juego electoral con los fondos autonómicos
Sánchez asfixió primero, luego chantajeó y ahora utiliza esos fondos para que le den votos. Una vergüenza desde cualquier punto de vista
ABC alertaba hace unos días desde estas páginas de un posible juego sucio electoral por parte del PSOE con la utilización partidista del Consejo de Ministros y otras herramientas del Estado, como el CIS o la televisión pública, para obrar a favor de la candidatura de Pedro Sánchez. La alerta ha tardado poco en verse justificada pues el Ejecutivo socialista en funciones ha filtrado con nocturnidad que en los próximos días repartirá entre las comunidades autónomas 4.700 millones de euros pendientes de las entregas a cuenta correspondientes a 2019. Esos mismos millones son parte de lo que le vienen reclamando al Ministerio de Hacienda las autonomías desde hace meses y que, hasta ayer mismo, al parecer era imposible repartir, para lo que el Ejecutivo sanchista llegó a alegar hasta informes a la carta de la Abogacía del Estado. Mintió entonces a las comunidades y a todos los españoles en un asunto que resulta vital para la viabilidad financiera de esas administraciones. Ya no cabe duda de que Sánchez usó estas partidas de dinero para forzar su investidura, de tal forma que si era reelegido se acababa el problema. Una vez que se ha constatado su fracaso y que hay que volver a las urnas, el líder socialista vuelve a usar el asunto para quedar como el salvador, al repartir ahora ese dinero en la precampaña electoral. Tan indecente manipulación, semejante tejemaneje con los recursos de las administraciones autonómicas supone un escándalo más en la lista de un dirigente que ha patrimonializado de tal forma las instituciones del Estado que, cuando a él le conviene, abre o cierra el grifo sin atender a las necesidades. Se podía y se debía adelantar ese pago. Sánchez no lo hizo. Primero asfixió, luego chantajeó y ahora utiliza esos fondos para que le den votos. Una vergüenza desde cualquier punto de vista.