Cuartango en el Supremo
Jueces y acusados
Reza la inscripción que figura en latín sobre la puerta de la sala de Plenos del Supremo: «que tus ojos vean la equidad en el proceso». Los doce acusados pasaron por debajo del dintel y se sentaron en el banquillo, minutos antes de que Marchena -eran las diez y veinte- diera por comenzado el juicio. Un inicio en el que las defensas se esforzaron por socavar la legitimidad de la Justicia española, incidiendo en que estamos ante un proceso político sin garantías ni respeto a los procedimientos. Los abogados no leyeron o ignoraron esta referencia a la equidad que figura en la sala porque para ellos estamos ante la aplicación de «un derecho penal para el enemigo». Ya podemos suponer por donde va a ir un argumentario que pretende convertir a los acusados en jueces y a los jueces en acusados.