Miradas sobre la pandemia
Gracias a todos
El abogado dedica en ABC unas «líneas de recuerdo y agradecimiento a todos los que contribuyeron con su esfuerzo y sacrificio a legarnos una España mejor que la que ellos encontraron»
Durante las últimas semanas la actualidad informativa ha estado protagonizada, como no puede ser de otra manera, por l a lucha contra el maldito virus . Además, con el pretexto del Covid-19, el Gobierno está tomando una serie de medidas que quizá debieran asustarnos , pues ponen en tela de juicio nuestro sistema de derechos y libertades.
Sin embargo, no pretendo ahora enmendar estas acciones, aunque sin duda lo merezcan, sino que prefiero hacer una breve semblanza, a modo de burbuja en medio de la tormenta, de algunas de las personalidades, a veces injustamente olvidadas, que contribuyeron de manera notable al establecimiento de ese sistema de derechos y libertades recogido en nuestra Constitución y que algunos deseamos seguir disfrutando muchos años. Con ello, no pretendo hacer de menos a los protagonistas principales de la Transición, cuyos nombres todos conocemos, pero sí quisiera, al socaire de algunas pérdidas recientes, destacar el papel fundamental de los actores secundarios, pero igual de importantes , que hicieron posible el cambio democrático.
Así, en primer lugar, quiero referirme al grupo «Tácito» , cuyo nombre quizá no diga mucho a la mayoría de españoles de menos de cuarenta años pero que, sin embargo, tuvo una notable importancia durante unos años políticamente frenéticos en los que contribuyó a sentar las bases de nuestro orden constitucional. A través de este pseudónimo, y al modo del «Publius» de Hamilton, Madison y Jay en «The Federalist», un selecto grupo de mentes preclaras publicaron artículos, normalmente semanales, durante el tardofranquismo, mediante los cuales contribuyeron a sentar las bases de lo que luego se llamó el « Régimen del 78 ».
Miembro destacado del grupo fue el recientemente desaparecido Landelino Lavilla quien, junto con personajes de la talla, y nunca olvidados, de Alfonso Osorio , Íñigo Cavero o F ernando Satrústegui , y desde una aproximación democristiana pero profundamente tolerante y lejos de cualquier sectarismo, ahondaron en sus artículos, ya desde el año 73, en la necesidad de que España se convirtiera en una democracia liberal equivalente a las existentes en gran parte de Europa tras la Segunda Guerra Mundial. En su mayoría defensores de la monarquía parlamentaria, muchos de los miembros de «Tácito» acompañaron a S.M. El Rey en esos primeros momentos en que, «de la ley a la ley», la forma política del país cambió para siempre de manera pacífica y, por ende, modélica. Sin ninguna duda, los textos de «Tácito» contribuyeron a crear ese caldo de cultivo intelectual y jurídico que tan necesario como enriquecedor fue para el devenir de la España constitucional.
Además, durante las últimas semanas, también nos han dejado otros personajes sin lugar a dudas excepcionales, como Enrique Múgica y Antonio Carro . Su legado representa al de muchos otros que, desde posiciones ideológicas a veces antagónicas, fueron ejemplo de integridad y concordia, contribuyendo a crear eso que se denominó «espíritu de la Transición», del que quiero pensar que la mayoría de españoles nos seguimos sintiendo orgullosos a día de hoy. Se trataba, en fin, de personas con una altísima preparación intelectual y un profundo sentimiento de amor por España.
Por último, y con toda modestia, quisiera concluir con un llamamiento a los españoles de mi generación (nacidos en los años 80) para que, en estos tiempos convulsos inundados de relativismo y frivolidad política, rindamos un homenaje a todos los que impulsaron el cambio democrático que tuvo lugar durante la década anterior a nuestro nacimiento, pues no debemos olvidar que desde la aprobación de la Constitución del 78 vivimos, no por azar, el periodo de mayor libertad, desarrollo y, en definitiva, calidad de vida, de nuestra historia común. Sirvan estas líneas de recuerdo y agradecimiento a todos los que contribuyeron con su esfuerzo y sacrificio a legarnos una España mejor que la que ellos encontraron, siendo éste un principio fundamental de las mejores generaciones de la Historia, aunque algunos parecen hoy estar empeñados en hacer precisamente lo contrario.
* José Manuel Maza Muriel es abogado.