Hazte premium Hazte premium

La Tercera

Independencia de los jueces

«Un vicepresidente del Gobierno podrá manifestar respetuosamente su desacuerdo con una sentencia, pero lo que no puede hacer es arrojar una sombra de sospecha de corrupción sobre la judicatura española afirmando -literalmente- que “en España mucha gente siente que corruptos muy poderosos quedan impunes gracias a sus privilegios y contactos”»

Javier Martínez-Torrón

Si hay alguien acostumbrado a criticar las sentencias judiciales somos los profesores de Derecho. Lo hacemos constantemente, es parte de nuestro oficio y no nos avergonzamos de ello, todo lo contrario. Es una crítica que intenta ser fundada, utilizar argumentos racionales, no emocionales, y siempre ... matizada por el respeto a las instituciones. Ataca las razones de una sentencia, con intención última de mejorar la justicia, sin menoscabar la autoridad de la judicatura. Y es una crítica amparada por la libertad de cátedra, y también por la libertad de expresión. La misma libertad que protege a todo ciudadano para expresar su opinión contraria a una decisión judicial. Una opinión que valdrá tanto -o tan poco- como sus razones; a veces no vale casi nada, sobre todo cuando se recurre a descalificaciones o insultos más que a argumentos.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación