Rosa Belmonte
Jacintos para su lecho
A la hora de reivindicar a un escritor facha quedas mucho mejor si tiras de Foxá que de Vizcaíno Casas
Ayer, 23 de febrero, Fernando Vizcaíno Casas habría cumplido 90 años. Ahora pones la tele y sale Errejón. Cuando yo era pequeña en la tele salía Vizcaíno Casas, repeinado y con bigotillo. Hablando bien de Franco. Era abogado laboralista, como Manuela Carmena. Pero también escritor (y muy vendedor, una rareza de otra época). A la hora de reivindicar a un escritor facha quedas mucho mejor si tiras de Foxá. Y todavía más si lo hiciera en un periódico donde no escriba Utrera Molina. «Vizcaíno sólo cuenta lo bueno del reinado de Franco, es un cronista parcial, y por eso no se ocupan de él los críticos, y no por el estilo o la prosa, como dicen algunos. Más de derechas era Foxá, y ahí le tiene con «Madrid de corte a checa», escribía Umbral en su «Diccionario de Literatura». Parciales o no (y lo son), sus sátiras resultan muy reivindicables. Desde «Las Autonosuyas» (no es Tolkien pero inventó un idioma: el farfullo), a todo lo que perpetró de los años de gobierno socialista («100 años de honradez», «… y los 40 ladrones»). Que parece que hayamos inventado ahora los chorizos.
Adela Cortina decía hace poco en una entrevista que palabras como regeneración le gustan poquito. «Dan la sensación de que hubo un tiempo en que nuestra sociedad era maravillosamente ética, que hemos perdido algo por el camino y que hay que volver atrás. Y creo que no es el caso». Para buscar pureza habría que ir antes de Eva, la de la costilla. Nadie está de acuerdo con que los políticos roben, salvo los políticos que roban. Si roban. O si pretenden que les paguen una piscina dorada y una ducha con chorro de niebla. Tampoco con que se vayan al Claridge’s de Londres a cuenta del dinero público. O paguen billetes de avión de Valencia a Santiago a 900 euros la ida y lo mismo la vuelta. A Santiago de Compostela, no de Chile. Pero estamos en una etapa de histeria colectiva, periodística y hasta judicial (y no estoy dando la razón al ministro del Interior, que es lo que me faltaba para parecer que me he caído en una marmita llena de capas de la Guardia Mora).
¿Pero cómo es posible que en las noticias sólo salgan las sinvergonzonerías del PP? ¿Que Rita Barberá parezca el epítome de lo peor? Hasta para los jóvenes vicesecretarios del PP. ¿Cómo es posible que en España ya no haya desahucios? Han desaparecido de las televisiones, como las arenas movedizas de las películas. Aunque es verdad que hay porno de arenas movedizas. Que me traigan a Rafael el Gallo, que lo de ser filósofo (o politólogo) le iba a parecer normal.
Vizcaíno Casas, decía también Umbral, encontró su gran tema a partir de 1975. Anson encontró el suyo cuando Dios creó a la mujer. A la mujer que está buena. Cayetana Álvarez de Toledo y Aitana Sánchez Gijón han tenido que quedarse muy tranquilas al ver que su trovador ha lanzado flecha en forma de columna a Rita Maestre. Que hasta le ha dedicado un poema de Neruda. ¡De Neruda! Existiendo Pedro Salinas. «Mi verdadero quehacer es quererte. Nada más», escribió Salinas a Katherine Whitmore. ¿Pero Neruda? «Yo soy el que te espera en la estrellada noche, sobre las áureas playas, sobre las rubias eras, el que cortó jacintos para tu lecho, y rosas, tendido entre las hierbas yo soy el que te espera». Creo que ha modificado el poema. Da igual, la esencia permanece. No sé si condenarán a la joven concejal en su juicio, pero bastante tiene con esto. Jacintos para tu lecho.
Vizcaíno Casas tenía un libro llamado «Los imposibles sueños de un señor muy de derechas». Como escritor lo prefiero antes que a Neruda. Y que a su amigo.
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