Hughes
Ironía es amor
Hay una escena en «Catastrophe» (Canal+ Series Xtra) en la que el protagonista atiende una llamada de la chica. Van a tener un niño, pero aún la tiene en la agenda como «Sharon London Sex». No lo ha cambiado y no piensa hacerlo. En realidad, es un detalle antirromántico muy romántico. La manera de grabar un teléfono es definitiva: «Tetas Murcia», «Manolo Toni2»... A la mañana siguiente algunos nombres no dicen nada, pero estos detalles los recordamos. Cuando pasa un tiempo ya no queremos olvidarlos. Por cosas así, «Catastrophe» le ha dado una vueltecita a las comedias románticas.
Sharon Horgan es tan graciosa como Amy Poehler y Tina Fey
En la escala entre «Love Actually» y «Los Roper», alcanza el punto justo de cinismo y ternura. Hay amor, pero se nota lo justo. Y los diálogos son composiciones geniales. De hecho, la pareja permite tantos niveles de sobrentendido que debería ser el territorio para la ironía. A veces ocurre. Escuchas a algunas parejas y las réplicas son como si detrás hubiera un equipo de guionistas. Debería ser una regla: verse poco, no compartir cuarto de baño y no hablar en serio. Es más, abandonar el tono irónico ya es como buscar gresca («¿Por qué me hablas así… normal?»). La única discusión de la serie, sin embargo, es digna de estudio. Recoge los pasos habituales que llevan al portazo: el autoritario y caprichoso realismo mágico de ella, la egoísta estupidez antisensorial de él, el consiguiente cierre de mimosa introspectiva de ella, el estallido puntual, brutal y absurdo del ego en él... Las parejas la verán dándole al «pause»: «¿Lo ves? ¡Eso lo tienes que trabajar!». Ella, Sharon Horgan, es tan graciosa como Amy Poehler y Tina Fey, y más adorable.