Testimonios del coronavirus
Carta de una inmigrante: «La pandemia nos ha dejado pobreza económica y no nos ha curado el egoísmo»
«Seguimos publicando ofertas de empleo que ya están destinadas, seguimos valorando a las personas por simpatía y no por lo que realmente pueden aportarnos»

Hace 13 años me fui de mi país . Tenía sanidad pública, una buena profesión y me sentía parcialmente realizada, pero apenas me alcanzaba mi salario para comprar huevos, leche y harina de trigo para comer. El hambre es un gran enemigo.
Vine como inmigrante a España porque los orígenes de mi familia eran canarios y, aunque no sé el lugar exacto, me tiraban mis raíces. Cuando llegué tenía 3 céntimos en la cartera. Inmediatamente comencé a cuidar personas mayores y con mis ahorros homologué mi título universitario e hice un doctorado .
Estos 13 años no han sido para nada fáciles , porque a los profesionales extranjeros nos lo ponen muy difícil en España. Si intentas por la empresa pública están las inaccesibles oposiciones, es lo que hay. Si optas por la privada, las anécdotas son también increíbles, ya que hay personas que no comparten muchos de sus conocimientos ni tienen solidaridad laboral porque ven en el resto los enemigos de la competencia.
Y es una pena. España es un gran país, si todos nos diéramos las manos. En mis años de profesional y de trabajadora doméstica para sobrevivir en este país nunca he sembrado obstáculos al resto de las personas. La pandemia no nos ha hecho realmente más solidarios, pues seguimos publicando ofertas de empleo que ya están destinadas, seguimos valorando a las personas por simpatía y no por lo que realmente pueden aportarnos. La pandemia nos ha dejado pobreza económica, pero, más que todo, no nos ha curado el egoísmo.
Vine a la península hace un año por el empleo que creía me iba a permitir vivir dignamente. Eché en contenedores todos mis objetos personales, mis fotos, mi vida. Y la pandemia fue la inspiración para no renovar mi contrato.
* Ileana Martínez vive en Navarra.
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