Hazte premium Hazte premium

Una raya en el agua

La perdedora perfecta

El Gobierno de la propaganda sólo la hacía de puertas adentro. Se le olvidó vender su fastuoso éxito en el extranjero

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Si un populista inglés de derechas, una especie de Jesús Gil pijo y educado en Eton, se cruza con un narcisista español de izquierdas, que falseó una tesis a los doce años de haber terminado la carrera, sólo puede salir un chiste de esos de ... nacionalidades… o un absoluto desastre. Ha ocurrido lo segundo. Johnson, que negó la pandemia hasta que el virus le alcanzó de lleno, ha apuntado hacia España para sacudirse responsabilidades mientras Sánchez se miraba al espejo regodeándose con los años de mandato que le quedan por delante. Lo malo de sobrestimar el ego propio es que siempre hay alguien que lo tiene más grande. Ninguno de los dos gobernantes acumula motivos para presumir de su gestión de la catástrofe, pero el británico ha sido más rápido a la hora de señalar culpables y le ha lanzado al ya agonizante sector turístico hispano una pedrada en el escaparate. Lo tenía fácil: sólo debía buscar un país que superase al suyo en tasa de letalidad por millón de habitantes.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación