Hazte premium Hazte premium

Equivocarse de Rey

Este legítimo brote de juancarlismo tardío no debe hacer olvidar que el Rey de España es el que está en ejercicio

Ignacio Camacho

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Para que quede claro desde el principio: Don Juan Carlos siempre merecerá ser bienvenido en su patria, de la que nunca debió salir con el falso estigma de un exilio sin juicio, sin condena y hasta sin delito. Otra cosa es que él mismo haya ... estropeado su prestigio con escándalos que tampoco debieron jamás haber ocurrido. Tendrá que transcurrir un cierto plazo hasta que el tiempo restituya su enorme legado, nada menos que el de haber transformado la dictadura de Franco en un moderno y próspero régimen democrático. Pero ya pagó por sus errores el precio bien alto de un fin prematuro de su reinado, más la propina de verse forzado a fijar su residencia en un país lejano. Ahora tiene derecho a ir y venir cuando quiera -ya es un exceso de celo la prohibición de dormir ocasionalmente en la Zarzuela- y mientras más veces vuelva más pronto se normalizará su presencia y más cansinas se volverán las protestas de la extrema izquierda.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación