Mirando positivamente al 2021

«No nos queda más que esperar que de esta experiencia se aprenda y se tome en serio las amenazas que vienen de la naturaleza, pero que también se observe el descontrol de las actividades y costumbres humanas»

Giuseppe Tringali

La pandemia del coronavirus ha conseguido que el 2020 sea recordado como el más problemático de los últimos 70 años, como el año más duro de la historia que hemos visto. Todos y cada uno de los que leen esto han sufrido las consecuencias, ya sean físicas o emocionales, laborales o económicas. Desde la generación de nuestros mayores, que están pagando con el precio más alto: sus vidas, a la de los más jóvenes, que sufren la falta de socialización y un parón educativo. Todos recordaremos este año.

Este 2020, sin duda, ha evidenciado la incapacidad de las instituciones y de sus líderes para afrontar lo «imprevisible», así lo llamamos. El sinfín de estudios que los científicos realizan para analizar los diversos riesgos que amenazan la humanidad se resuelven, en su mayoría, en documentos o declaraciones que muy pocas veces se traducen en una preparación y/o prevención aplicables a la realidad.

No nos queda más que esperar que de esta experiencia se aprenda y se tome en serio las amenazas que vienen de la naturaleza, pero que también se observe el descontrol de las actividades y costumbres humanas. Aún hay muchos problemas por resolver, pero parece que el 2020 concluirá con lo que parecen ser, al menos en mi opinión, perspectivas de mejora.

La primera es la posibilidad real de empezar el 2021 con la vacunación de gran parte de la población, lo que sería una verdadera solución al Covid-19. Esta realidad no estaba descontada, aunque llega antes de lo pensado. Obviamente, hay que confiar en que se realice una correcta distribución de la vacuna para poder resolver la pandemia en el menor tiempo posible.

La segunda buena noticia es la bajada de tono que se verá en la política internacional de Estados Unidos (gracias al cambio en la presidencia). Esto no solo afectará a la gestión del citado país con respecto al coronavirus, también supondrá la vuelta de la potencia americana al diálogo sobre temas tan relevantes como el cambio climático y la sostenibilidad del sistema económico occidental relanzando el diseño de una economía circular.

La tercera es el refuerzo de la Unión Europea, que por la primera ves en su historia emite deudas comunitarias para afrontar la crisis y la recuperación con el claro intento de invertir en temas claves para el futuro como la salud, la economía green y el desarrollo tecnológico digital trasversal de cualquier actividad.

La cuarta es que Europa, además, velará por el cumplimiento de las condiciones para la utilización de estos fondos comunitarios. Así minimizará el riesgo de que los países miembros puedan malgastar la oportunidad de relanzar sus economías e incentivará la modernización del antiguo continente.

Esperando que estas posibles buenas noticias se conviertan en realidad, les deseo una Feliz Navidad y un 2021 caracterizado por una recuperación economica que suponga el renacimiento de nuestra civilización.

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