Fulgencio Coll

La conjura de los necios

Es difícil admitir que un Estado de la UE pueda desaparecer en poco tiempo, pero estamos ante una situación que puede llegar a ser un buen ejemplo

Fulgencio Coll

El titulo precedente se corresponde con el de la célebre novela de J. Kennedy Tool. Su hilarante personaje Ignatius señala que la diosa Fortuna hace girar la rueda y nunca sabemos lo que nos depara el destino. El argumento refleja cómo una situación absurda, provocada por el personaje, se agrega a otra y a otra, formando una bola de nieve que terminará estallando al final de la novela.

No llega a dos meses que el nuevo Gobierno ha tomado posesión. Si se pudiesen incluir en una foto la «bola de nieve» que ha acumulado el numeroso «Gobierno» de La Moncloa incluiría, entre otros hechos:

- Formación de un Gobierno numeroso, de estructura disfuncional y actividad anárquica.

- Acelerado desprestigio internacional, por desconfianza.

- Desmantelamiento de los fundamentos del Estado anulando la separación de poderes.

- Transferencias innecesarias a las autonomías agrandado, aleatoriamente, la desigualdad entre los españoles. Ayudas regionales dependiendo de su color político.

- Negociaciones desjudicializadas del Gobierno, pero con «seguridad jurídica» con un Grupo de separatistas (que incluye un procesado desjudicializado para la ocasión) para el supuesto «reencuentro» con los sediciosos de Cataluña, previo cumplimiento de «cuestiones previas» como:

- Adaptación favorable del Código Penal a la sedición.

- Régimen penitenciario excepcionalmente permisivo para los sediciosos.

- Ayuda económica a Cataluña desproporcionada con respecto a otras autonomías.

- Dejación en la prevención y persecución de los secesionistas organizados para la violencia.

- Desigualdad de trato entre autonomías, dependiendo del color político.

- Manipulación para hurtar al Estado de Derecho la actividad de los políticos.

- Penalización de la Historia.

- Protestas masivas de agricultores.

- Descoordinación del Gobierno.

Es difícil admitir que un Estado de la UE pueda desaparecer en poco tiempo, pero estamos ante una situación que puede llegar a ser un buen ejemplo.

Lo normal, durante la Transición y en los años posteriores, era encarar el futuro y tener al pasado como referencia para evitar la reiteración de errores. Pero con el paso del tiempo, la banalización de la política, la fragmentación nacional derivada del Estado Autonómico, la creciente laxitud constitucional, ha resultado en una degeneración ideológica cuya praxis es reescribir el pasado como instrumento de enfrentamiento social. El resultado es:

- Un Estado que se fragmenta artificiosamente al dotar de diferentes status político a cada fragmento.

- Un Estado en que la lengua oficial es arrumbada en algunos de sus fragmentos territoriales y se identifica como síntoma de diversidad.

- Un Estado que permite durante años que parte de su territorio se prepare, impune y públicamente, para la secesión empleando en fraude de ley la legislación y en limpia malversación recursos públicos.

- Un Estado que permite que uno de sus ciudadanos para llegar a presidente del Gobierno forme coalición con el apoyo de partidos anticonstitucionales, uno de los cuales quiere romper el mismo Estado y tiene a su cúpula condenada por sedición, circunstancia que utiliza como moneda de cambio.

- Un Estado que no reacciona institucionalmente al hecho de que para que cierta persona ostente la jefatura del Poder Ejecutivo anule al Judicial y manipule al Legislativo.

- Un Estado cuyo Gobierno cambia su política exterior para no perder los apoyos internos que permiten al jefe del Ejecutivo seguir en su puesto.

Para todo lo anterior es necesario un Ignatius que provocase la “bola de nieve”, en este caso la acelerada subversión del Orden Constitucional. La pregunta obligada es ¿por qué? La respuesta es: por varias razones que materializadas nos lleva a un “érase una vez” un personaje que quería, a toda costa ser presidente del Gobierno...

Un Estado que constitucionalmente no puede protegerse de un Ignatius es para pensárselo. Fracasología en su máxima expresión.

Fulgencio Coll Bucher es portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Palma de Mallorca.

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