Tribuna Abierta
A propósito de la Constitución de 1978
«En las circunstancias actuales el problema principal de España es la unidad nacional que compromete a la unidad de los españoles»
En un ambiente de reproches y con la ausencia habitual de los partidos nacionalistas e independentistas se ha celebrado a las puertas del Congreso de los diputados el 42 aniversario de la Constitución de 1978. Una Carta Magna progresista que le ha dado a España a lo largo de cuatro décadas el mayor grado de bienestar y que cada vez se ve más amenazada por la radicalidad de algunos partidos que con el beneplácito del presidente del Gobierno nos amenazan con derogarla y arrumbarla al rincón de la historia.
En este clima cargado de tensión discurrió dicha celebración. Todos los partidos se acusan mutuamente de atacar la Constitución que nos hemos dado. «Los enemigos de la nación están dentro del Gobierno» en palabras del PP y Vox. Y los partidos en el poder les recriminan el bloqueo del Poder Judicial. El Gobierno de coalición liderado por Iglesias tiene prisa y le pone un precio muy alto a Sánchez para que indulte –antes de las próximas elecciones catalanas– a los presos condenados por el golpe separatista del 1 de octubre de 2017, cuyos promotores alardean y no dejan de insistir con que lo volverían a hacer.
La aprobación de los PGE con el apoyo de la izquierda radical y separatista ha convulsionado a la mayoría de los españoles. Estamos ante un Ejecutivo exultante y entregado a su propia supervivencia a costa de ir ofreciendo prebendas y cesiones a los enemigos de España por valor de 4.200 millones de euros ocultando los gravísimos problemas sociales y económicos que nos acechan y el régimen constitucional que nos dimos los españoles en la Constitución de 1978. El vicepresidente segundo del Gobierno lo ha dejado muy claro al afirmar que «la republica llegará más pronto que tarde». Sitúa al PP fuera de la democracia y anuncia que la derecha nunca volverá a gobernar este país. Palabras amenazadoras que un Gobierno decente y con altura de miras nunca las hubiera consentido.
En las circunstancias actuales el problema principal de España es la unidad nacional que compromete a la unidad de los españoles. Para ello contamos con la Corona al servicio permanente de España como baluarte para defenderla en su papel institucional con el «mando supremo de la Fuerzas Armadas», artículo 62 de la Carta Magna que simboliza la defensa y la unidad del Estado de Derecho. Al Gobierno de España entre cuyas misiones figura la Defensa del Estado. Los partidos políticos que ante el Rey y la Biblia juraron y/o prometieron el acatamiento al orden constitucional. Al pueblo soberano español que acató La Constitución Española de 1978. Y por último las Fuerzas Armadas cuya misión es «garantizar la soberanía e independencia de España y defender la integridad territorial y el ordenamiento constitucional» de acuerdo con el artículo 8.
Pienso, ojalá me equivoque, que solo le podrá salir bien al Ejecutivo mientras se mantenga la actual fragmentación política del centro derecha. Es verdad que la oposición esta desconcertada y dividida. Es materia urgente la reunificación del centro derecha de España para hacer frente a los pactos de la investidura y sus políticas excluyentes. Esta es una labor de suma urgencia si el PP quiere volver a tener opciones a la presidencia de Gobierno.
Como ciudadano de a pie no me queda más remedio que salir en defensa de nuestra Carta Magna y denunciar las malas artes para seguir gobernando con los peores compañeros de viaje (Eh Bildu, ERC y Podemos). Pactos, que nos lleva al frentismo y al odio entre los españoles. La fractura es total: «Sánchez evita saludar a Casado» en un día tan señalado para los españoles. El espectáculo que hemos ofrecido al mundo entero, bajo mi punto de vista, es muy, muy preocupante.