Hermann Tertsch
Experimentos criminales
El chavismo ha sido tan criminal como el más cruel experimento médico con seres humanos
Felipe González y José María Aznar son dos expresidentes del gobierno español cuyas biografías han estado en violenta colisión durante muchos años. Que se han dicho cosas irreparables en la relación humana. Y que no se aprecian nada. Pero ayer hicieron una rarísima aparición pública juntos que les honra más por lo mucho, como todos saben, que a ambos les cuesta. Comparecieron ante los medios para hacer una dura denuncia coincidente con el tercer aniversario del encarcelamiento del dirigente opositor venezolano Leopoldo López . Pero no se trata solo de denunciar una condena grotesca a 14 años por unos crímenes que cometió la propia dictadura. Y recordar a los más de cien presos políticos que sobreviven a las torturas y al aislamiento en sótanos y mazmorras de la policía política. El régimen chavista ha destruido Venezuela . Y la está matando. Son 30.000 los asesinatos el año pasado. En España no llegan a 400. Los efectos letales y devastadores del experimento social iniciado en 1999 por Hugo Chávez son comparables a los de una larga y cruenta guerra en la que la población está en primera línea de fuego, mientras el enemigo gobernante saquea, trafica y roba.
La tragedia de Venezuela no es una catástrofe natural . El hambre de los niños que se pelean por comer restos de basura, los viejos y enfermos que mueren por falta de medicamentos, los cadáveres baleados hacinados en las morgues tienen un origen y culpables. El causante es el experimento social llamado " socialismo del siglo XXI " auspiciado por los Castro y liderado por Chávez. Gracias al inmenso caudal de dinero del crudo venezolano, triunfante a principios del milenio como nueva versión del proyecto comunista quebrado en Europa y Rusia en 1989. Hoy sus puntales son La Habana, Caracas y las FARC colombianas. Una Colombia de las FARC es necesaria. Venezuela colapsa y el petróleo ya no es la materia prima que nutre el proyecto. Ahora es la cocaína. El proyecto criminal se enfrenta también a Donald Trump que parece dispuesto a combatirlo como no hizo su antecesor. Hace aguas, pero su daño ha sido infinito. El experimento chavista ha sido tan criminal como el más cruel experimento médico con seres humanos. Y nos atañe especialmente porque tiene además culpables españoles. Son el grupo de comunistas que fue a ayudar a Chávez a convertir su administración en un aparato de poder comunista y a cambio recibió dinero para una franquicia del experimento en España. Con un aliado de Chávez muy hostil a Occidente que es Irán. El proyecto común de Irán y Venezuela en España ha tenido éxito: 67 diputados a la primera . Pero no el éxito total con que soñaba su jefe para después de las elecciones de junio del 2016. Creía que iba a gobernar. No lo harán de momento. Al menos mientras no colapse la ficción de estabilidad que genera la parálisis política bajo Mariano Rajoy . Pero lo cierto es que, protegida y mimada por el gobierno del PP que la usa para dividir a la oposición y amedrentar a los españoles, la franquicia comunista tienen cinco millones de votos de españoles a los que no molesta su vínculo con la tortura, la detención de opositores y el experimento social que llevó a la catástrofe de hambre y muerte. Aznar y González llamaron ayer a la liberación de los presos y de toda Venezuela de las garras de aquel proyecto ideológico criminal y fallido. Pero implícitamente también denunciaban la miseria moral que supone el apoyo político a quienes, si pudieran, condenarían a sus enemigos a la suerte de Leopoldo López o a la de los cadáveres anónimos en la morgue de Caracas.
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