Tribuna Abierta
La mentira eléctrica de Sánchez ve la luz
Más del 50% de la factura de la luz son impuestos y recargos; cuanto más suba el precio de la electricidad más se recauda en impuestos, así que, el que más gana con la subida de la luz es el Estado, otra de las omisiones del presidente
La semana pasada el presidente Sánchez en rueda de prensa aseguró a los españoles que había cumplido su promesa de que a finales de este año pagaríamos menos por la electricidad que en 2018. Pues bien, en una nueva demostración de infantilismo político y con un discurso plagado de medias verdades, clamorosas inexactitudes y omisiones inaceptables, tal aseveración simplemente no es verdad. Sin entrar en la situación de decenas de miles de empresas y negocios que por no tener contratos garantizados a medio o largo plazo están pagando bastante más que en 2018, en España alrededor de un tercio de los consumidores domésticos están sujetos al mercado regulado (PVPC) y el resto son contratos acogidos al mercado libre. Estos últimos gracias a tener establecido en su contrato un precio fijo por la electricidad se han salvado de la volatilidad del mercado energético pero los contratos asociados al mercado regulado, que son generalmente de los consumidores que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad (familias numerosas, monoparentales, rentas bajas, etc.) han tenido peor suerte. Y es aquí donde está una de las trampas del presidente, estos contratos pagan actualmente más por la electricidad de lo que lo hacían en 2018 y el motivo es que España tiene la tarifa regulada indexada al pool energético (mercado spot) que actualmente está sufriendo los altos precios debido al elevado coste del gas y de los derechos de emisión de CO2. Es decir, el Gobierno de España formado por el PSOE y Unidas Podemos en lugar de establecer acuerdos con las energéticas para asegurar que los más vulnerables estén alejados de las inestabilidades del precio de un bien de primera necesidad han decidido mantener unido este tipo de contratos a unas subastas energéticas en una situación de total inestabilidad en los precios de la energía.
Pero analicemos cuál puede ser el motivo para que el Gobierno de España haya decidido mantener estos contratos ligados al pool energético, la respuesta es muy fácil y se encuentra mirando la factura de la luz. Más del 50% de dicha factura son impuestos y recargos, dicho de otro modo, cuanto más suba el precio de la electricidad más se recauda en impuestos, así que, el que más gana con la subida de la luz es el Estado, otra de las omisiones del presidente. Ante la presión social el Ejecutivo ha tenido que realizar una rebaja en dos de los impuestos que gravan este bien de primera necesidad, en el IVA (del 21% al 10% siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos) y en el IEE (del 5.1127% al 0.5% estableciendo unos mínimos entre 0.5-1 €/MWh), pero no olvidemos que es una medida transitoria que desaparecerá en tres meses y volverán a llenarse las arcas públicas con el dinero de los consumidores más vulnerables.
Si realmente el presidente Sánchez tuviera algún interés en plantear verdaderas soluciones al problema energético que tiene nuestro país, primero debería plantear un desarrollo ordenado y continuo de energías renovables en nuestro territorio de manera que España se convierta en una de las primeras potencias en este sector y segundo ligaría los contratos del mercado regulado a mercados a plazo fijo como tiene la mayoría de países de la Unión Europea como por ejemplo nuestro vecino Portugal, sujeto al mismo operador del mercado eléctrico que España pero cuyos contratos ligados a plazo fijo han quedado al resguardo en esta crisis energética. En definitiva, si el presidente pusiera el mismo esfuerzo en buscar soluciones como en esconder su incompetencia y su inacción ante los problemas reales, tendríamos la factura de la luz más baja de la UE.