Hazte premium Hazte premium

La elegancia de la gratitud

Fue un señor inteligente y agradable, que al final no supo corresponder

Luis Ventoso

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Como a cualquiera, me habría encantado haber tenido la ocasión de charlar informalmente con Eduardo Punset, que se fue ayer a los 82 años. Qué deleite una terraza mediterránea agradable, una tarde sin reloj, un vino blanco catalán frío y la charla humanista, polifacética y ... curiosa de Punset, con sus opiniones originales sobre las más abstrusas materias. El abogado, político, economista y divulgador televisivo -que no científico, como erróneamente lo han despedido algunos-, era una de esas personas que emanan tranquilidad y a los que parece rodear una aureola de sabio despistado, un poco a lo maestro Yoda de Star Wars. Hijo de un médico rural, estudió Derecho y Económicas, trabajó unos años en Haití para el FMI y luego se dedicó a la política, oficio del que obtuvo su nómina entre los 43 y los 58 años: diputado autonómico, consejero con Tarradellas, ministro con Suárez y eurodiputado, bailando de unas siglas a otras sin menor reparo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación