Editorial
Las víctimas de ETA rompen con Sánchez y Marlaska
El Gobierno debería detenerse a pensar el grave deterioro que su alianza, componendas y arreglos con los herederos políticos de ETA (dentro y fuera de la cárcel) han provocado en las víctimas del terrorismo. Ayer, la AVT alzó la voz con el respaldo de miles de personas que recordaban a Grande-Marlaska -el muñidor de esos impresentables tejemanejes penitenciarios- que ya no pueden aguantar más el infamante trato que les dispensa quien no deja de ofrecer ventajas a unos asesinos que no las merecen, pues además del dolor causado en su día se niegan sistemáticamente a aportar datos que ayuden a esclarecer los centenares de crímenes aún no castigados. La ecuación ‘presos por votos’, que denunciaba ayer la AVT, va más allá de la extraordinaria inmoralidad que supone que Sánchez haya pactado sobre la sangre y el dolor derramados, conlleva una traición a las víctimas, las que más han puesto en esta batalla contra la barbarie terrorista. «Con Bildu no vamos a pactar, se lo repito veinte veces», dijo Sánchez. Cada vez es más difícil que él y Marlaska puedan mirar a los ojos a las víctimas sin que se les caiga la cara de vergüenza.
