Editorial
Tolerancia cero con las infracciones del Reino Unido
Las disputas tributarias derivadas del paraíso fiscal del Peñón no son nuevas, pero sí la estrategia de las autoridades comunitarias de hacer cumplir lo firmado, hasta sus últimas consecuencias
La decisión de Bruselas de llevar a los tribunales al Reino Unido -al que ahora exige la devolución de unas ayudas millonarias, invalidadas por el régimen impositivo de la colonia de Gibraltar- incide en el camino de máxima exigencia y cero tolerancia adoptado por la UE frente al Ejecutivo de Boris Johnson. Las disputas tributarias derivadas del paraíso fiscal del Peñón no son nuevas, pero sí la estrategia de las autoridades comunitarias de hacer cumplir lo firmado, hasta sus últimas consecuencias. Como ya sucedió con la ley de Mercado Interior con que Johnson quiso pasar por encima del acuerdo del Brexit, la violación del protocolo de Irlanda por parte de Londres -judicializado esta misma semana-, la denuncia por las ayudas de las empresas domiciliadas en Gibraltar o las medidas adoptadas para evitar la fuga de vacunas al Reino Unido redefinen una relación que Johnson pretende interpretar de manera unilateral, de espaldas al Derecho Internacional y en beneficio propio.