Editorial
El sector público aumenta la asfixia de las empresas
Entre una cosa y otra, lo cierto es que casi todas adversas, va a ser muy difícil que las empresas tiren del carro de la economía productiva. Al cicatero comportamiento del Gobierno en la concesión de ayudas directas (muy inferiores a las de países de nuestro entorno) se une el crecimiento del 13 por ciento de lo que adeudan las administraciones al sector privado. Las cuentas pendientes de pago por parte del sector público se disparan por encima de los 83.300 millones de euros, una morosidad que está poniendo en jaque la viabilidad de muchas empresas en el peor momento posible. La demora es aún más frustrante pues la ley establece un máximo de 30 días para el pago de esas facturas y desde hace un año se ha más que duplicado. Papel mojado. Esta merma en la liquidez del tejido empresarial supone un obtáculo más en la difícil carrera por salir de la crisis, el enésimo, cuyos efectos se notan dramáticamente en el desempleo. Y debe corregirse cuanto antes porque hay demasiado en juego.
