Editorial
Sánchez no se aclara con la reforma laboral
Probablemente, todo responde a una nueva cortina de humo sencillamente porque España está bajo la estricta vigilancia de la Unión Europea y no va a ser posible poner en marcha el proyecto laboral de Podemos
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Después de que días atrás Pedro Sánchez afirmase públicamente que el Gobierno solo modificaría algunos aspectos de la reforma laboral aprobada por el PP en 2012, ayer cedió ante las exigencias de Podemos y ambos pactaron un documento en el que se habla textualmente de «derogación» de esa normativa. Las contradictorias idas y venidas de Sánchez son ya una acreditada costumbre. Lo que hoy es blanco, mañana es negro, y siempre encuentra motivos para justificar una cosa y su contraria. Sin embargo, es imposible esa derogación. Probablemente, todo responde a una nueva cortina de humo sencillamente porque España está bajo la estricta vigilancia de la Unión Europea y no va a ser posible poner en marcha el proyecto laboral de Podemos. A Sánchez le vale con aparentarlo y hacer creer a su parroquia de la izquierda que cumple con sus promesas. Y si en el empeño deja en un pésimo lugar a su vicepresidenta primera, Nadia Calviño, le da igual. Si Sánchez tumba definitivamente la reforma laboral, las consecuencias en el empleo serán letales. Y en ese caso, la propaganda ya le servirá de poco.
