Editorial
PSOE y PP, obligados a no frustrar ya más acuerdos
A Sánchez, la oferta de Casado le cogió con el pie cambiado y ha tenido que improvisar para no ser rehén ahora de su propio argumentario y aparecer como un bloqueador de pactos relevantes
Finalmente, el PSOE y el PP han accedido a negociar un acuerdo global para renovar instituciones como el Tribunal Constitucional o el de Cuentas. De momento, dejan de lado el mandato constitucional de renovar también el Consejo General del Poder Judicial, que lleva en prórroga más de mil días, lo cual no deja de ser un fracaso de ambos en su pulso por no perder cuota de poder. Sin embargo, aunque parcial, el acuerdo no deja de ser una buena noticia porque el enquistamiento institucional siempre lleva aparejadas parálisis funcionales y metástasis políticas. A Sánchez, la oferta de Casado le cogió con el pie cambiado y ha tenido que improvisar para no ser rehén ahora de su propio argumentario y aparecer como un bloqueador de pactos relevantes. Sin embargo, hay algo más de fondo: el PSOE no está rentabilizando su papel de víctima de la derecha, y ha optado por ceder. Aun así, ninguno puede olvidar que no renovar también el CGPJ modificando el sistema de elección es una anomalía.