Editorial
Un pequeño alivio en la tormenta de la recesión
La OCDE dio un pequeño alivio ayer a España al modificar al alza las previsiones de crecimiento para todos los países desarrollados
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La OCDE dio un pequeño alivio ayer a España al modificar al alza las previsiones de crecimiento para todos los países desarrollados, aunque no pudo dejar de constatar que el comportamiento de nuestra economía durante la recesión fue en 2020 el peor en un ránking de 45. Nuestra caída del PIB, superior al 11 por ciento, fue demoledora, y aunque la previsión de crecimiento en este año se eleva hasta el 5,7 -por encima de lo previsto por la OCDE en diciembre-, la compensación es mínima si se compara con la euforia del Gobierno al calcular que creceremos un 9,8 por ciento. Que la salida de la recesión se vaya a acelerar es una buena noticia. Pero engañarnos con cálculos sobredimensionados y alejados de la realidad no ayuda. Ni España cuenta con el colchón de muchos otros países, ni este Gobierno se caracteriza por una gestión exitosa. El mejor ejemplo es la improvisación con la que se han anunciado 11.000 millones en ayudas a las empresas que por el momento son solo humo.
