Editorial
Un pacto que no garantiza las pensiones del futuro
El problema es que la reforma se ha centrado en garantizar la suficiencia de las prestaciones, para lo que se vuelve a ligar su subida al IPC para que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo
Gobierno y agentes sociales han llegado a un acuerdo -a falta de ser ratificado por el comité ejecutivo de la CEOE- para reformar el sistema de pensiones. Bienvenido sea, sobre todo porque era una exigencia de Bruselas como paso previo al desembolso de los fondos para la recuperación que tanto necesita España. El problema es que la reforma se ha centrado en garantizar la suficiencia de las prestaciones, para lo que se vuelve a ligar su subida al IPC para que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo; pero es muy cicatera a la hora de adoptar medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema y las pensiones del futuro. Aparte de penalizar las jubilaciones anticipadas y premiar a quienes continúan trabajando después de la edad legal del retiro, lo único que se les ha ocurrido es que el Estado aporte algo más de 20.000 millones cada año a la Seguridad Social. Cambiamos el déficit de casilla, pero el problema sigue estando ahí.